SEGOVIA, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
La viceconsejera de Acción Cultural, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, Mar Sancho, se ha desplazado a las excavaciones del 'Oppidum de Los Sampedros', en San Miguel de Bernuy, y de Confloenta, en Sepúlveda, para conocer en detalle estos nuevos descubrimientos.
Mar Sancho ha estado acompañada por el delegado territorial de la Junta en Segovia, José Luis Sanz Merino, por el vicepresidente primero de la Diputación Provincial y alcalde de San Miguel de Bernuy, José María Bravo, por el vicepresidente primero de las Cortes de Castilla y León, Francisco Javier Vázquez y la alcaldesa de Sepúlveda, María Irene Michelena.
La primera parada se ha hecho en San Miguel de Bernuy para visitar la excavación de la ciudad celtibérica de Los Sampedros y su necrópolis de incineración.
El proyecto 'Oppidum de Los Sampedros' ha visto la ejecución entre los meses de julio y agosto de la tercera campaña de excavaciones arqueológicas, cuyos trabajos están dirigidos por Santiago Martínez Caballero, del Museo de Segovia, y Juan José Palao Vicente, de la Universidad de Salamanca.
La excavación de Los Sampedros está promovida por el Ayuntamiento de San Miguel de Bernuy y se lleva a cabo con el objetivo de proceder a la valorización del patrimonio arqueológico del municipio.
Los trabajos principales se han focalizado en la continuación de la exploración del sistema defensivo de finales de la Primera Edad del Hierro, construido entre los siglos V y IV a.C, para defender esta península elevada hasta 50 metros por encima del cauce del río Duratón.
La muralla cierra la única parte accesible de la península desde el páramo, mientras el resto d ella defensa consta de un foso de 13 metros de anchura y 6,5 de profundidad, que protegía la berma, una terraza sobre la que se elevó un amplísimo zócalo de 16 metros de anchura.
La anchura de la toda la defensa alcanza los 32 metros, lo que convierte a esta construcción en una de las fortificaciones de la época más impresionantes del valle del Duero.
La campaña de este verano ha explorado la necrópolis celtibérica, en la que se han identificado diferentes contextos funerarios.
La jornada ha continuado en Sepúlveda, donde la campaña de excavaciones en la ciudad romana de Confloenta ha permitido evaluar la presencia de un primer edificio termal, anterior a la gran monumentalización de las termas en el siglo II d.C.
Estos trabajos están dirigidos por el mismo equipo que el de San Miguel de Bernuy, y son promovidos por la Diputación de Segovia, con el apoyo de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Sepúlveda.
El objetivo es aportar el soporte científico que sirva como base para la puesta en valor de los restos arqueológicos de la ciudad romana, en el marco de promoción del ámbito nordeste de la provincia de Segovia.
La ciudad romana de Confloenta fue fundada a inicios del siglo I a.C, tras las guerras celtibéricas y el abandono de la ciudad celtibérica de Sepúlveda (posiblemente la Colenda de las fuentes clásicas), un llano situado junto a la confluencia de los ríos Duratón y Serrano, hoy identificado como el yacimiento de Los Mercados de Duratón, declarado Bien de Interés Cultural en 1994.
Los trabajos arqueológicos de las últimas campañas se centran en el gran edificio público de baños de las Termas de Fortuna, con 2.500 metros cuadrados de superficie, situado en el extremo meridional de la ciudad.
En la presente campaña se ha detectado un cuerpo situado al norte del espacio principal del edificio, que ha resultado ser el cuerpo construido inicialmente en las termas durante el siglo I d.C, en el que se ha identificado un nuevo circuito termal.
Este sector recién descubierto fue el primer complejo termal construido, de menores dimensiones, al que siguió en época de Domiciano-Trajano una ampliación monumental, que lo convirtió en uno de los más grandes complejos termales del actual ámbito de Castilla y León.
La exploración del edificio está aportando numerosos materiales arqueológicos, como decoraciones arquitectónicas, cerámicas, bronces, objetos de uso personal (agujas de pelo, pinzas y sondas de higiene personal, etc.), así como ex votos del espacio de culto a Fortuna (altares, figuras de terracota, vasos, etc.), que alcanzan en la actualidad más de 50.000 piezas, entre ellas, cerca de 17.000 inventariadas, lo que supone la mayor colección de época romana en la provincia de Segovia.
