BARCELONA 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (Creda) ha cerrado el primer año de un estudio sobre el efecto de los biocombustibles sobre el precio de los alimentos, que pretende cuantificar la relación entre los precios del crudo, de los biocombustibles y de los alimentos tanto en España como en Estados Unidos y en Brasil, los principales productores mundiales de estos combustibles.

El Creda --creado por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (Irta)-- se ha centrado en el primer año del proyecto en el mercado del etanol en Estados Unidos, el primer productor a nivel mundial de este tipo de alcohol de alto octanaje elaborado con trigo.

El estudio ha revelado que la variación de los precios del trigo, del etanol, del crudo y de la gasolina a lo largo de las últimas décadas ha seguido patrones comunes, y ha evidenciado que un incremento de los precios de la energía genera un aumento de los precios del trigo.

Esto sugiere que la expansión de la industria del etanol en Estados Unidos tiene impactos positivos sobre las comunidades rurales, aunque también puede causar un descontrol de la inflación en el precio de los alimentos.

En este sentido, el informe indica que las segundas generaciones de biocombustibles como las algas, los residuos forestales y agrícolas y cualquier otro tipo de residuos que supongan menor competencia con la producción de alimentos, representan una alternativa económica atractiva a los combustibles fósiles.

Los investigadores del Creda también han detectado que un aumento del precio del etanol podría provocar un encarecimiento del precio de la gasolina. En la situación contraria, la subida del precio de la gasolina provoca reducciones en el precio de mercado del etanol, por lo que los expertos destacan el potencial económico de este carburante.