BARCELONA 13 May. (EUROPA PRESS) -
El escritor marroquí afincado en París, Abdelá Taia, trata con tintes autobiográficos la homosexualidad y el incesto en su último libro 'El ejército de salvación' (Alberdania editorial), siguiendo en la línea biográfica de sus dos anteriores obras publicadas.
"La escritura no la he elegido yo, ha venido a mí. Nunca había soñado con ser escritor. Lo que escribo son cosas que se me imponen, que he vivido y me obsesionan e intento transformar en material literario", explicó Taia durante una entrevista concedida a Europa Press.
"La escritura libera pero no es una terapia psicoanalista sino que da la oportunidad de sobrepasar los tabúes, las causas perdidas y hace que no tengas miedo", añadió.
En este sentido, aseguró que escribir más que una necesidad es "una obsesión" hasta el punto de que le sobrepase y le salga de dentro sin que dependa de él, aunque luego lo rescribe y corrige dando forma al texto final.
La escritura también le quita el miedo ante el que dirá el Gobierno marroquí, la sociedad, sus vecinos, su familia, hecho que supone "poner en cuestión la libertad de escritura". "Todos los días tengo miedo pero cuando escribo desaparece este sentimiento porque nadie me mira ni me dice lo que tengo que hacer", señaló.
Taia nació en el seno de una familia pobre en una ciudad cercana a Rabat. Compartió su habitación con sus seis hermanas y su hermano pequeño Mustafá, que le permitió conocer mejor "la intimidad femenina".
Su hermano mayor no compartía habitación y era "el rey de la casa", por detrás iba su padre, después "la gran dictadora", su madre, por quien siente una gran admiración, y finalmente los otros ocho hermanos.
"Mi hermano mayor llevaba bigote, sabía leer, trajo la televisión, la nevera y el radiocasete a casa y nos llevaba al cine. Muchas cosas mías provienen de él porque era el modelo a seguir y sin buscarlo se convirtió en un objeto de deseo", aseguró.
Taia remarcó que no escribe sobre la homosexualidad o el incesto para llamar la atención, sino porque es y fue "algo importante" en su vida. "Lo que escribo puede ser subversivo pero no hace daño porque lo presento con ternura, como un héroe --refiriéndose a su hermano--", dijo.
LA UNIVERSIDAD Y EUROPA.
El escritor marroquí se matriculó en literatura francesa en la universidad para poder viajar a Europa y poder trabajar en el mundo del cine. Allí se dio cuenta de que debía perfeccionar su francés ya que fue a una escuela pública, donde se potencia el árabe.
Ante la necesidad de dominar el idioma, empezó un diario íntimo que se convirtió en la semilla de sus obras publicadas e intercambió novelas, noticias y críticas con un grupo literario de la universidad.
Cuando viajo a Ginebra gracias a una beca de la universidad, Taia pudo "enfrentarse a libertad de forma europea" que le permitió confrontarse con lo que "soy yo en realidad", aseguró Taia.
Sin embargo, refiriéndose a la pena de cárcel por ser homosexual en Marruecos, señaló que "una cosa es el Islam y otra que la gente lo utiliza para alcanzar sus fines, existe una hipocresía forzosa".
"En Marruecos pasan más cosas en secreto de lo que se piensa, mientras aceptes la regla de no decirlo no pasa nada, el problema viene cuando no puedes vivir sin ponerlo de manifiesto", añadió.