Las agresiones a conductores de autobuses de Barcelona se reducen un 30% en 2013

Autobuses
EUROPA PRESS
Actualizado: domingo, 26 enero 2014 10:45

Trabajadores aseguran que los ataques cada son más graves y piden mamparas por seguridad

BARCELONA, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las agresiones a conductores de autobuses en Barcelona se han reducido en torno a un 30% en 2013 respecto al año anterior, pasando de 39 a 26, según datos facilitados a Europa Press por Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB).

Fuentes de TMB consultadas por Europa Press han indicado que el indicador de incidentes por millón de horas de servicio ha bajado el último año, ya que en 2013 fue de 6,4 agresiones, mientras que los dos años anteriores fue de 9,6 y 8,5.

La empresa asegura que el tema de las agresiones "merece toda la atención y el seguimiento", por lo que trabaja con los delegados de prevención para que se cumpla el protocolo establecido de atención, asistencia y protección jurídica a las víctimas.

Sin embargo, el portavoz de la plataforma Prou Agressions, Josep Garganté, en declaraciones a Europa Press, ha lamentado que siguen produciéndose agresiones pero la empresa "no presenta daños y perjuicios", y ha reclamado de nuevo que se instalen mamparas que garanticen su seguridad.

"Se está empeorando mucho el servicio de autobuses, eliminando líneas y servicios y turnos de autobuses. Se está dando un peor servicio a un precio más alto, y esto genera mal clima", ha reflexionado.

La plataforma Prou Agressions a raíz del despido de un conductor que "se defendió de una agresión", una decisión que consideran intolerable porque supone que los conductores no tengan derecho a la legítima defensa, ha explicado Garganté, que también es sindicalista de este gremio.

Ha asegurado que los conductores se sienten "desprotegidos" y pide que la empresa haga campaña contra las agresiones y que publicite que el conductor de autobús es agente de la autoridad.

CONDUCTORES AGREDIDOS

La conductora de autobuses Eva Garcia, que trabaja como conductora desde hace ocho años, ha sido víctima de dos agresiones físicas y asegura que las agresiones verbales y amenazas son "cada día" y que cada vez son más graves.

Según ha relatado a Europa Press, sufrió una agresión cuando conducía la Línea 66 en Can Caralleu por parte de un usuario que no quiso bajarse del bus cuando ella paró para ir al servicio.

"Me encontré a las 6.30 horas con la necesidad de usar el lavabo y un pasajero sentado se negó a bajar, pero mi obligación es cerrar el autobús sin que haya nadie así que le emplacé a bajar", ha explicado.

Cuando le exigió que bajara del vehículo, el viajero le dio un empujón y la hizo "volar hasta el cristal", aunque pudo obligarle a bajar del bus y acabó cerrándole las puertas.

"Te encuentras sola. La respuesta de la empresa cuando tienes un susto así es lenta", ha lamentado la conductora, que sufrió otras agresión por parte de un conductor de otro vehículo con quien tuvo un roce en la plaza Francesc Macià.

"Te queda la angustia de cuándo será la próxima vez", según el testimonio de esta trabajadora de los autobuses barceloneses.

"Los conductores hemos de mirar adelante, no podemos ir con miedo, pensando que estamos llegando a una parada donde hace unos días nos pasó algo", ha recalcado.

Otro conductor, Daniel Sánchez, también en la empresa desde 2006, ha explicado a Europa Press que ha tenido diversas experiencias, "como agresiones, insultos, amenazas, injurias, insultos, es habitual".

Según él, la respuesta de la empresa es "salvaguardar las cosas", y cuando no hay una agresión directa, a veces renuncia a reclamar los daños o presentar denuncia.

Según ha indicado, sufrió una agresión también en la 66 en Can Caralleu, cuando un pasajero a quien no le abrió la puerta al no verle le insultó y le dio una paliza --"Me cogió de la camisa, me dio puñetazos y patadas en la cabeza cuando estaba en el suelo"-- por la que estuvo una semana de baja.