Los sindicatos advierten de que la imagen del cuerpo se ve perjudicada
BARCELONA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
Decenas de aspirantes a incorporarse a la Guardia Urbana de Barcelona han presentado este martes reclamaciones individuales al Ayuntamiento con las que piden la repetición del examen del sábado para optar a 113 plazas de agente por posibles irregularidades.
Los candidatos han empezado a organizarse y han abierto un grupo en la red social Facebook que cuenta con más de 530 miembros, y con la colaboración de los sindicatos presentan las quejas al consistorio, a los propios sindicatos y a la síndica de Greuges, Maria Assumpció Vilà, la cual ya ha recibido unas 120 en total, el doble de las de este lunes.
Han aprovechado una concentración convocada ante el consistorio para presentar las reclamaciones en la Oficina central de Atención al Ciudadano (OAC) de la plaza Sant Miquel, y en las que incluyen fotocopias de "pruebas" de las irregularidades, ha constatado Europa Press.
Figuran fotografías tomadas con teléfono móvil de hojas de examen y respuestas enviadas vía la aplicación 'Whatsapp', y entre sus escritos critican el "descontrol absoluto" del examen y piden su repetición para que sea un proceso limpio y transparente como los puestos se merecen.
Por lo general las quejas siguen siendo las mismas que ya trascendieron este lunes --la falta de vigilancia, era muy fácil copiar, se usaron móviles durante el examen y no se respetaron los tiempos, entre otros--, pero los aspirantes han revelado nuevas.
Una es de contenido, y es que algunos consideran que la parte de cultura general --que era examen tipo test-- parecía más uno de lingüística que para ser policía, como Rebeca Locubiche: "Oposito por una plaza de policía, no de magisterio".
Diversos aspirantes han relatado que se preguntaban cuestiones como qué es un adverbio, un sintagma nominal y una onomatopeya, y qué calle separa el Eixample Izquierdo y el Derecho, pero nada de la ley de policías locales --sólo a qué gerencia municipal pertenece la Urbana--.
Además, incluso aseguran que el Ayuntamiento ha hallado en la carpeta de algún candidato el examen de otro, y que el primero tiene el suyo original en casa --deben quedarse con una copia--, ante lo que está llamándolo para que devuelva la prueba si no quiere ser suspendido.
El secretario general del sindicato Sapol --el mayoritario en la Urbana--, Ángel Marco González, ha valorado a Europa Press que la prueba fue "la chapuza más grande de la historia" en sus 34 años de agente, y que la imagen del cuerpo se está viendo perjudicada.
RESPONSABILIDAD MUNICIPAL
Ha pedido que se repita el examen y que su tribunal se reúna lo antes posible y no el viernes, cuando el Gobierno municipal lo ha convocado, y ha atribuido la responsabilidad de los fallos al departamento de Selección de Personal del consistorio, recordando que hace dos años se presentaron 8.000 candidatos a las pruebas y "no pasó nada".
Un delegado de Sapol ejerció de observador autorizado por la Junta de Personal, y no vio irregularidades, pero González ha hablado personalmente con unas cincuenta personas que le han asegurado que "sí las hubo", y que si le llegan pruebas las trasladará al tribunal.
Carles Martínez (CC.OO.) ha asegurado que dos miembros de su sindicato ejercieron de observadores --no como representantes de la Junta-- en la Universitat Pompeu Fabra (UPF), y no detectaron trampas entre candidatos; sí hubo "problemas de logística y organización", como en el examen de catalán, que debía acabar a las 15.00 horas y no finalizó hasta pasadas las 16.00.
