Auditorías energéticas de la Diputación de Barcelona han ahorrado 225 anuales por familia

Meritxell Budó (Diputació de Barcelona) y David Saldoni (ACM)
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 19 abril 2018 18:37

Su programa para combatir la pobreza energética realizará otras 1.600 auditorías este año

BARCELONA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

El programa de la Diputación de Barcelona para combatir la pobreza energética con auditorías e intervenciones en hogares impulsado en 2017 han ahorrado a las familias participantes 225 euros anuales de media, un 17,7% del consumo global, hasta un total de 370.637 euros.

La vicepresidenta cuarta de la Diputación y responsable del área de Atención a las Personas, Meritxell Budó, ha detallado en rueda de prensa este jueves que el programa cuenta con un presupuesto de un millón de euros para dos años --2017 y 2018--, y que la voluntad de la corporación es dar continuidad a la lucha contra la pobreza energética.

Junto al presidente de la Associació Catalana de Municipis (ACM), David Saldoni, Budó ha destacado que en 2017 se realizaron 1.540 auditorías energéticas en 212 municipios, y que prevén este año llevar a cabo otras 1.600.

El programa trabaja para mejorar la eficiencia energética de las viviendas para promover el ahorro, intervenir en los hogares y acompañar a las familias en la realización de trámites, e incluye visitas al domicilio de especialistas y técnicos, también para analizar la vulnerabilidad de las familias, que acceden al programa mediante servicios sociales de los municipios.

Saldoni ha defendido que el programa actúa de forma global en lugar de realizar asignaciones directas de dinero y pagos de facturas: "No es un parche, sino que es una solución que puede servir a más largo plazo", reduciendo el gasto mejorando la eficiencia y los contratos, lo que reduce el gasto.

Ha destacado que la asociación, la Diputación y la Federació de Municipis de Catalunya (FMC) elaboraron una guía sobre el bono social, impulsado por el Gobierno central, porque era un "rompecabezas", y ha criticado que se impugnara la Ley 24/2015 de emergencia habitacional y pobreza energética, en parte por el rechazo de empresas suministradoras y los bancos, según él.

18.000 ELEMENTOS INSTALADOS

El programa ha incluido la instalación de 18.000 elementos de eficiencia energética --como 8.000 bombillas LED, 2.520 elementos de aislamiento y 2.560 de ahorro de agua-- y también 5.218 actuaciones para optimizar los contratos de suministro, incluyendo la tramitación del bono social, cambios de tarifa, ajustes de potencia y cambios de suministradora, entre otras.

El ahorro económico en las facturas de electricidad asciende hasta el 18,1%, con 135 euros anuales por hogar, mayor en los que entran en el programa con un gasto más elevado (22%) menor en los que ya lo tenían desde el inicio más reducido (9%).

El ahorro supone también una reducción de las emisiones de CO2 de 449 toneladas anuales, equivalente al consumo de 121 hogares al año, ha señalado Budó, que ha explicado que el ahorro más elevado logrado en los hogares es en el ámbito eléctrico.

La previsión de ahorro económico por el consumo de agua medio asciende hasta el 21% ---58 euros anuales--, mientras que, en las facturas de gas, el ahorro previsto es del 12%, lo que representa 56 euros al año.

MÁS MUJERES Y 35 AÑOS DE MEDIA

El 69% de las personas referentes en los hogares participantes son mujeres, y un 35% pertenecen a familias numerosas, que llegan a fin de mes con dificultades en un 85% y de media tienen 35 años, mientras que un 15% tienen 65 o más, y un 32% son menores de 15 años.

El 72% de las familias participantes tienen ingresos brutos anuales inferiores a los 9.000 euros --750 euros al año--; el 19% tiene contrato laboral, mientras que el 30% con edad de trabajar está en paro, y el 64% tiene estudios primarios o inferiores, y menos del 5% tiene estudios universitarios.

Budó ha destacado que dos de cada tres familias atendidas viven de alquiler, debido a que las viviendas de propiedad cuentan con un mejor mantenimiento, y un 41% tiene humedades o moho en paredes, suelo, techo o cimientos.

MÁS PROBLEMAS DE SALUD

Han constatado que la salud de las familias participantes del programa es peor que la media catalana, dada la situación de vulnerabilidad: el 80% de los catalanes consideran que tienen una buena salud, cifra que baja al 55% en los participantes, que están ansiosos o deprimidos en un 70% de los casos, ante el 15% de la media en Catalunya.

Además, mientras que el 70% de los catalanes aseguran no sentir dolores, en los participantes la cifra baja hasta el 37%, datos que demuestra, según Budó, que "la situación de vulnerabilidad genera trastornos de salud".

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