El tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, y la comisionada de convivencia, Montserrat Surroca, durante la Comisión de Presidencia. - EUROPA PRESS
BARCELONA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Presidencia y Régimen Interior del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado inicialmente este miércoles la reforma de la Ordenanza de Civismo de la ciudad con el voto favorable de ERC, la abstención de Junts --tal y como anunció este martes--, PP y Vox y el voto en contra de BComú.
El tercer teniente de alcalde del consistorio, Albert Batlle, ha señalado que aprobar inicialmente la nueva regulación debe hacerse "con un gran pacto" porque hace 20 años que se aprobó la norma vigente y ha detallado que el texto plantea una mejora en la atención social a personas con vulnerabilidades y un endurecimiento de las sanciones.
Además, la comisionada de convivencia, Montserrat Surroca, ha remarcado que el objetivo de la reforma era hacerla "con el máximo consenso posible y con la vocación de seguir hablando para mejorarla antes de su aprobación definitiva".
Por su parte, ERC, que ha sido el único grupo que ha votado favorablemente la moción, además del gobierno del PSC, ha reiterado la necesidad de que la ordenanza comience a caminar, ya que "está caducada y es claramente insuficiente e ineficaz", en palabras del concejal Jordi Coronas.
GRUPOS
El líder de Junts en el consistorio, Jordi Martí, ha recordado el anuncio de este martes en el que avanzaron que se abstendrían en la votación porque consideran "insuficiente" la propuesta y que el gobierno municipal no ha tenido voluntad política para aplicar la norma los últimos años, pero ha afirmado que no han votado en contra por responsabilidad con los ciudadanos.
El PP, a través del portavoz Juan Milián, ha criticado la "tibieza" de la reforma afirmando que la degradación de la ciudad viene de los tiempos de la ex alcaldesa Ada Colau y ha celebrado que se hayan incluido algunas de sus propuestas en el texto.
En cambio, el líder de Vox en el Ayuntamiento, Gonzalo de Oro, ha justificado la abstención por la necesidad de actualización de la normativa, pese a la "discriminación" que dicen haber sufrido al no ser escuchadas sus enmiendas.
Finalmente, BComú ha votado en contra porque han considerado que la modificación de la norma confía las políticas de convivencia a "aumentar las sanciones pactando con la derecha a ver quién pone la multa más grande".