BARCELONA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona aumentará la vigilancia cuando se repitan dos exámenes --catalán escrito y cultura-- para acceder a 113 plazas de agentes de la Guardia Urbana el 27 de julio, después de que se celebraran el día 6 junto a una tercera prueba de aptitudes y levantaran quejas de aspirantes por prácticas irregulares, como el uso de teléfonos móviles para copiar y retrasos en el inicio y finalización de las pruebas.
El teniente de alcalde de Seguridad, Joaquim Forn (CiU), ha asegurado este miércoles en Comisión de Presidencia y Régimen Interior que se reducirá el número de personas por aula --el día 6 hubo 3.463 personas en 68 aulas--; habrá un espacio libre entre ellas, se doblará los vigilantes por aspirante --de uno por cada 50 a uno por cada 25--; se establecerá una temperatura inferior al tope de 25 grados --hubo quejas por el calor-- y se incluirá en la convocatoria la prohibición de usar aparatos electrónicos --también se reforzará su vigilancia--.
Forn ha valorado que las dos pruebas se repetirán para garantizar la igualdad de oportunidades en las oposiciones y ha asumido "toda la responsabilidad" de las irregularidades en su persona, si bien ha matizado que se siguió el mismo protocolo y la misma logística que en otras pruebas hasta ahora y que el Gobierno municipal reaccionó con celeridad y transparencia.
Ha afirmado que las irregularidades suscitaron 89 quejas al consistorio y 201 a la síndica de Greuges de la ciudad, Maria Assumpció Vilà, quien, según ha explicado a Europa Press la Sindicatura, ha acabado recibiendo un total de 239: 179 por las incidencias, 48 que reclaman que se repitan las tres pruebas --y no sólo dos-- y 12 con diversas casuísticas, de las cuales media decena piden que no se repita nada.
El titular municipal de Seguridad ha comparecido y ha presentado un informe de lo sucedido a petición de PP, PSC y UpB, aunque el Ayuntamiento ya avanzó que daría explicaciones en la comisión pocos días después de las pruebas y al anunciar que las dos mencionadas se repetirían.
Entre las pruebas que demuestran irregularidades recibidas por el consistorio ha mencionado la imagen de un examen de catalán fotocopiado, fotografías de la prueba cultural --documentos que los aspirantes adjuntaron en sus quejas-- y la huída con el examen de un aspirante.
Ha valorado esta repetición de las pruebas como una decisión excepcional que a nadie le gusta tomar y que habrá gente que pagará por quienes tuvieron una actitud menos honrada --nadie deberá abonar las tasas de nuevo--, aunque ha insistido en que el tribunal valoró que las pruebas se desarrollaron con normalidad el día en que se hicieron y que "nadie" detectó irregularidades hasta el lunes 8.
Ha asegurado que él mismo recibió una queja ese lunes a las 9.10 horas que trasladó al presidente del tribunal del examen, aunque la concejal Assumpta Escarp (PSC) le ha reprochado que, si los medios no hubiesen informado ese mismo lunes, el Gobierno municipal "no hubiese dicho nada".
REPETICIÓN PARCIAL
En cuanto a las pruebas aptitudinales, el gerente de Recursos Humanos y Organización, Carles Arias, ha asegurado que no se repetirán porque no hubo quejas y porque en estas "no convenía" usar aparatos electrónicos, ya que lo que se tiene en cuenta es la agilidad y velocidad en la respuesta.
Sin embargo, la oposición en bloque ha pedido la repetición de las tres pruebas, aunque PP y UpB han matizado que en las aulas donde no hubo incidencias los aspirantes no deban repetir ningún examen, algo que Forn ha valorado "muy difícil" de llevar a cabo.
Sobre las quejas por el hecho de que se permitiese a algunos aspirantes ir al lavabo, Forn ha asegurado que fueron casos muy excepcionales y que las personas siempre fueron "acompañadas por una persona de control", siguiendo el protocolo, y en cuanto a las pruebas de cultura ha garantizado que las preguntas respetaron las proporciones de temáticas requeridas --50% de actualidad y 50% de cultura general--.
RESPONSABILIDADES
Joaquim Mestre (ICV-EUiA) ha lamentado que las previsiones fuesen equivocadas, ya que faltó personal, y que no se detectaran las irregularidades, y ha pedido una investigación municipal que señale "responsabilidades", al igual que Escarp, que ha señalado que la logística no se ejecutó adecuadamente.
Àngels Esteller (PP) ha valorado posibles irregularidades en la prueba de cálculo --de aptitudes-- que justificarían que se repita, y Joan Laporta (UpB) ha juzgado inaceptable que un concurso público se organizase "tan mal" y se ha sumado a la petición de responsabilidades.