TARRAGONA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los Bomberos de la Generalitat calificaron de "muy positivos" los simulacros de incendio realizados la madrugada de ayer y esta mañana en el Hospital Joan XXIII de Tarragona para poner en práctica los procedimientos en caso de fuego real, según explicó a Europa Press el subinspector del Cuerpo en Tarragona, Oriol Pellisa.
"Un ejercicio como éste es bueno por definición porque pone en contacto a los Bomberos con el personal del hospital", apuntó Pellisa. Del mismo modo, señaló que este tipo de simulacros crean "empatía" y ayudan a que el personal "esté mejor preparado" ante una emergencia. En este sentido, destacó la "buena predisposición" y la colaboración del centro hospitalario.
Pellisa recordó que hace más de un año que los Bomberos trabajan con el hospital, mediante un trabajo de visitas previas, sesiones formativas a los trabajadores e intercambios de información respecto al plan de emergencia.
Por otra parte, hizo hincapié en que lo más seguro en caso de incendio es confinar a los pacientes en sus habitaciones o en la sala donde se encuentren, y que contemplan el traslado sólo en caso de que la extinción se demore, primero en la misma planta y como última opción, a otras plantas mediante una autoescalera.
El primero de los dos ejercicios que los Bomberos realizaron en el hospital tuvo lugar la madrugada de ayer, cuando se recreó un incendio en una habitación de la planta ocho del hospital y se practicó cómo realizar un confinamiento y una evacuación. La planta estaba cerrada por obras de mejora, por lo que no había pacientes.
En el ejercicio participaron nueve bomberos, siete trabajadores de planta y 25 personas que simularon ser trabajadores, enfermos y visitantes. Pellisa recordó que los pasos a seguir son detectar la emergencia, confirmarla, llamar al 112 para tomar las medidas del plan de emergencia y alertar a los Bomberos, que tardan de media 12 minutos en llegar a la octava planta del hospital.
A las 10 horas de hoy tuvo lugar el segundo simulacro, que partió del supuesto de que un grupo de personas estaban aisladas en una habitación con acceso exterior como consecuencia del humo provocado por un incendio. El ejercicio consistió en evacuar con una autoescalera de 30 metros a 15 personas desde la habitación a la calle.
Los Bomberos tardaron una hora en realizar la maniobra, en la que evacuaron con la autoescalera a 12 personas que podían caminar y a tres en camilla. Lo hicieron de manera "lenta y pausada" y con la voluntad de que los asistentes percibieran que el sistema "es seguro", según explicó Pellisa.
