BARCELONA, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Casa Muñoz Ramonet albergará una biblioteca con acento especial en los fondos internacionales a partir de 2018, después de un proceso profundo de rehabilitación del inmueble.
Por el momento, la finca se encuentra inmersa en un litigio entre el Ayuntamiento de Barcelona y las hijas del empresario por presuntamente llevarse obras de valor de la finca.
Anunciada recientemente por el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Ciurana, la decisión de proyectar una biblioteca, en lugar de un archivo o un casal para personas mayores como se había barajado inicialmente, se ha tomado después de un proceso de participación en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi.
El equipamiento de biblioteca, al que se accederá por la calle Avenir, ya cuenta con un proyecto ejecutivo, que prevé que las publicaciones internacionales constituyan el 25% de los fondos, lo que quintuplica el porcentaje general de publicaciones extranjeras, que suele ser del 5%.
OBRAS A PARTIR DE 2016
Según Ciurana, las "obras de rehabilitación a fondo" de la casa del industrial que legó su herencia al consistorio barcelonés empezarán a final de 2016, y se espera que duren entre 12 y 15 meses, lo que hace prever que la biblioteca abra en 2018.
De todas formas, el teniente de alcalde ha pedido cautela porque el Ayuntamiento se encuentra todavía en el proceso judicial contra las hijas del industrial Muñoz Ramonet por apropiación indebida y estafa procesal de una colección de obras entre las que figuraban piezas de El Greco, Goya, Fortuny, Sorolla, Delacroix y Monet.
10.000 CIUDADANOS VISITAN LA FINCA
Cerca de 10.000 personas visitaron los jardines de Muñoz Ramonet desde el pasado 17 de enero durante las jornadas de puertas abiertas celebradas los fines de semana hasta mediados de marzo.
Los barceloneses pudieron visitar los jardines como parque para uso público, y ahora se han cerrado temporalmente para iniciar las obras de reparación y accesibilidad al recinto.
Los jardines, de gran valor patrimonial, fueron proyectados en 1916 por Jean Claude Nicolàs Forestier por encargo del Marquès d'Alella; en 1956 Julio Muñoz Ramonet se convirtió en propietario de la finca y acometió la última remodelación.
