BARCELONA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, ha atribuido este viernes a la "desesperación" la discusión que PP y C's mantuvieron en el pleno con la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, así como que pidan sus dimisión.
Así lo recoge en el boletín del grupo parlamentario, después de que PP y C's hayan pedido una Junta de Portavoces extraordinaria para tratar el agrio episodio, que acabó con la salida de los diputados de ambas formaciones de la Cámara catalana.
"La escena de ayer solo puede responder a la desesperación, tras comprobar en primera persona que todo lo que sale de Catalunya, aunque esté propuesto por el PP catalán, recibe un portazo como respuesta", ha sostenido.
A su juicio, intentar culpar a De Gispert y pedir su dimisión es "un intento de justificar una actuación injustificable", tras censurar la escena vivida en el Parlament y recordar que no es la primera vez que el PP abandona el hemiciclo --ya lo hizo cuando se debatía la creación de la comisión del derecho a decidir--.
Según Turull, la actuación de PP y C's debe enmarcarse en la situación que vive Catalunya, aunque no porque sea una reflejo de lo que pasa en la calle, como sustentan ambas formaciones y el PSC, sino porque "los catalanes, independientemente de lo que piensen o voten, están dando una imagen de convivencia y democracia en la que algunos no acaban de encontrar su sitio".
Así, ha lamentado el eco mediático conseguido por parte del partido liderado por Alicia Sánchez Camacho y el de Albert Rivera, al acusarles de buscar un "spot publicitario" ante la cercanía de la celebración del 12 de octubre, Día de la Hispanidad.
Aunque ha recordado que el expresidente del Gobierno José María Aznar afirmó que antes se dividiría Catalunya que España, Turull ha dejado claro que no lo conseguirán porque el catalanismo político se ha caracterizado siempre por la cohesión social.
Por ello, ha advertido a PP y C's que no todo vale en política, que no caerán "en provocaciones" y que defenderán la dignidad del Parlament, de forma que no abandonarán sus escaños ni dejarán de participar en comisiones aunque les disguste el tema que se aborde.
