BARCELONA, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado este jueves un refuerzo del equipo que negocia con los trabajadores de Metro su convenio colectivo, incorporando al gerente del Ayuntamiento, Jordi Martí, y al coordinador general de Servicios del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Eduard Saurina.
Han impulsado este refuerzo con la implicación directa de representantes de las administraciones para "hacer el máximo esfuerzo para conseguir como mínimo un objetivo": abordar estas discrepancias y que el comité someta a votación de los trabajadores una propuesta de convenio.
Lo ha anunciado junto a la concejal de Movilidad y presidenta de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Mercedes Vidal, después de que el comité de empresa asegurara este miércoles que las discrepancias sobre el convenio son "ínfimas", algo que la alcaldesa ha valorado positivamente.
Colau ha destacado que pretenden "desencallar" una situación de bloqueo que ni ciudadanía ni administración entienden con este refuerzo del equipo negociador, liderado por el consejero delegado de TMB, Enric Cañas, y ha defendido que todo lo que la empresa ha puesto sobre la mes han sido mejoras, con hasta 23 millones de euros, alcanzando sus límites legales y presupuestarios.
"Con la trayectoria que tenemos yo misma o Mercedes Vidal y el resto de miembros del Gobierno, ¿alguien puede imaginar que no seamos sensibles en temas de conciliación y demandas laborales?", se ha preguntado Colau, que dicho que precisamente la sensibilidad de su equipo con estos asuntos ha generado expectativas que han provocado una máxima exigencia de los trabajadores.
Ha asegurado que estas exigencias son comprensibles y justas, pero ha pedido a los trabajadores que, precisamente por la sensibilidad del Gobierno municipal, entiendan que, si aseguran que existen límites que no pueden sobrepasar, es porque los hay: "No lo diríamos si no fuera así".
"Dentro de estos límites legales y presupuestarios, las piezas siempre se pueden mover. Si las discrepancias son ínfimas, debe ser posible revisar cómo están distribuidas estas piezas dentro de estos límites", para dar un último impulso al asunto y solucionar la situación, con huelgas cada lunes --la duodécima la próxima semana--, ha dicho Colau.
"Ojalá tuviéramos más presupuesto para este servicio y para todos los servicios públicos", ha dicho Colau, quien ha insistido en que las soluciones están sobre la mesa y que es una obligación de todos encontrar la fórmula para desencallar el conflicto, que prefieren resolver sin recurrir a un arbitraje obligatorio.
Preguntada por si prevé implicarse ella personalmente en las negociaciones, ha asegurado que tanto ella como todo el Gobierno municipal están siguiendo el asunto e implicados en él desde el primer día: "Y lo seguiremos estando", ha añadido Colau, que ha confiado en poder estar presente en una futura ratificación del convenio colectivo.
CASI DOS AÑOS NEGOCIANDO
Vidal, que ha recordado que llevan cerca de dos años negociando el convenio, ha resaltado que han propuesto un incremento salarial del 7% en todo su periodo de vigencia, internalizar a unos 300 trabajadores y crear nuevos turnos de trabajo "para favorecer la conciliación de la vida laboral y la familiar".
Sobre los servicios externalizados --uno de los principales puntos de discrepancia--, Vidal ha asegurado que están "comprometidos con ir reduciendo las externalizaciones en tareas que conlleven una mejora del servicio", que ya cuenta con una gran plantilla de servicios que en otros lugares están externalizados, como el de mantenimiento, ha dicho.
Preguntada por las condiciones de las empleadas embarazadas que exigen los trabajadores, Vidal ha insistido en que son buenas, y ha asegurado que, como mujer, le gustaría trabajar en empresas que traten "igual de bien" a las embarazadas como hace TMB, que es especialmente sensible en este asunto, ha garantizado.
