La comunidad Budista del Garraf mantiene su voluntad de "crecimiento" 20 años después de su llegada a Catalunya

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 17:08

BARCELONA, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

Hoy hace 20 años que la comunidad budista de Sakya Tashi Ling se estableció en Catalunya y, a pesar de que empezaron como una "asociación cultural", ahora se han convertido en una de las comunidades budistas mas importantes de España.

Para Jamyang Rinchen, miembro activo de esta comunidad y monje residente en el monasterio del Garraf (Barcelona), desde su primer establecimiento en Sabadell (Barcelona) hasta ahora esta comunidad "ha crecido tanto en infraestructuras como espiritualmente", según explicó a Europa Press.

Actualmente la comunidad de Sakya Tashi Ling se encuentra en un paraje excepcional, situado en un palacio de finales del siglo XIX en medio del parque natural del Garraf. Un entorno que para el monje Jamyang Rinchen "se adapta perfectamente a nuestra espiritualidad y propicia la meditación y la búsqueda personal".

Pero esta comunidad budista en sus 20 años de estancia en Catalunya no solo ha sufrido un cambio de ubicación, ha vivido en primera persona la evolución de toda una sociedad. "Cuando llegamos aquí no podíamos establecernos como institución religiosa, ahora 10.000 personas han pasado por nuestros cursos de meditación y cada fin de semana unas 500 visitan nuestro museo", añade Rinchen.

Durante estos 20 años la comunidad budista ha trabajado para conseguir una "comunicación fluida" tanto con los ciudadanos como con los representantes de otras religiones. Según Rinchen "esta es una sociedad tradicionalmente católica, pero no hemos sufrido grandes agravios por ello, nos llevamos muy bien con el resto de comunidades religiosas e incluso acuden a nuestros actos".

Para este monje budista, el secreto de la buena aceptación del budismo en todo el mundo es la separación entre Estado y religión. "Otras creencias, como el Islam, están mucho más cerca de la política que el Budismo, eso es un problema para establecerse en otros lugares", asegura Rinchen.

La comunidad, que actualmente cuenta con 300 personas que participan de forma activa y unos 20 monjes residentes en el monasterio, también cuenta con una fundación. Para Rinchen, "la creación de esta fundación nos ha permitido acercarnos aún más a la ciudadanía y con ella hemos cumplido otro de nuestros objetivos".

A pesar de que últimamente el Budismo se esta convirtiendo, para muchos, más en una moda que en una tradición espiritual, el monje Jamyang Rinchen, asegura que "los que se acercan a nuestro monasterio, siempre buscan algo, y es esa búsqueda lo que les hace crecer espiritualmente, aunque sean ateos o agnósticos".

Hoy cumplen 20 años, pero la comunidad de Sakya Tashi Ling quiere seguir "creciendo tanto espiritual como socialmente". Ese es su mayor deseo para los próximos 20 años.