Las comunidades musulmanas afrontan un Ramadán "más familiar" en confinamiento

BARCELONA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

Las comunidades musulmanas afincadas en Catalunya preparan una celebración del Ramadán --que se inicia la próxima semana-- adaptada a las restricciones por la pandemia del coronavirus y en que no podrán celebrarse las oraciones comunitarias ni los 'iftar' populares.

El Ramadán, que comenzará este año entre el 23 y 24 de abril, corresponde al noveno mes del calendario musulmán --de base lunar-- en el que está prescrito el ayuno, la abstención de fumar, beber y mantener relaciones sexuales desde el alba a la puesta de sol, y solo pueden omitirse obligaciones en casos especiales como enfermedades.

El presidente de la Unió de Comunitats Islàmiques de Catalunya (Ucidcat), Mohamed El Ghaidouni, ha declarado a Europa Press que en este Ramadán no se podrán llevar a cabo las oraciones diurnas y nocturnas en comunidad, por lo que será "más un mes de celebración familiar y no comunitaria".

El Ghaidouni, que ha estimado en unos 500.000 los musulmanes en Catalunya, ha dicho que los lugares de culto permanecen cerrados, como indican las autoridades sanitarias, y ha resaltado que la vida humana es lo que impera por encima de todo desde una perspectiva religiosa.

También explicado que muchas comunidades están preparando reparto de alimentos a domicilio para los más necesitados, y que existe un acompañamiento a los fieles, ya que los imanes han emitido mensajes en que explican qué se debe recitar del Corán y cómo celebrar la festividad en el hogar.

En este mismo sentido, el secretario general de la Federació Consell Islàmic de Catalunya, Mohammed Halhoul, ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que los centros y oratorios están haciendo llegar a los fieles recomendaciones sobre cómo poder hacer las oraciones nocturnas en el hogar y qué textos se deben leer, y los imanes están a disposición por dudas.

"TOCA ADAPTARSE"

Ha afirmado que este Ramadán "toca adaptarse" a la realidad del confinamiento en los domicilios y realizar las plegarias en casa, y ha recordado que el hecho espiritual es en un principio una vivencia personal que se complementa con las enseñanzas a nivel comunitario.

"Se van a echar de menos los 'iftar' comunitarios", ha admitido, en referencia a la comida nocturna con la que se rompe el ayuno y que en ocasiones se hace en oratorios o mezquitas por la sensación de espiritualidad más profunda, centros ahora cerrados, pero ha remarcado que ahora son tiempos de buscar la práctica religiosa en casa.

"MUY DIFERENTE"

La presidenta de la Asociación de Mujeres Marroquíes en Catalunya, Faouzia Chati Badou, ha declarado a Europa Press que esta celebración de la festividad religiosa será "muy diferente" en esta situación de confinamiento en el hogar, y en la que no se podrán hacer rezos colectivos.

En la línea de Ucidcat y el Consell Islàmic, Chati Badou ha recordado que no serán posible actividades como el tradicional 'iftar' que la asociación celebra en la Rambla del Raval de Barcelona, abierto a todas las confesiones, y no tendría "sentido" celebrar el Ramadán en otras fechas.

GENERALITAT

La Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat ha realizado una serie de recomendaciones, con motivo de las festividades religiosas este abril como es el caso del Ramadán, en que recuerda la situación de confinamiento actual y que se desconoce cuándo se podrá retomar la normalidad de la vida cotidiana.

Señala que, en cualquier caso, las concentraciones de un número elevado e indiscriminado de personas tendrán que estar restringidas "bastante más tiempo", por lo que sigue recomendando la supresión de toda actividad pública o colectiva en los centros de culto, que extiende a todas aquellas celebraciones religiosas que signifiquen una reunión fuera del ámbito íntimo.

Ha recomendado a las administraciones públicas, entidades y empresas que no cedan locales ni espacios al aire libre para actos, pese a que se programen con posterioridad al 26 de abril, y ha pedido a las entidades religiosas ofrecer medios y propuestas para un seguimiento privado o a distancia de las celebraciones.

La Generalitat ha admitido que renunciar a concentraciones de personas durante estas celebraciones es "doloroso, pero el amor a la vida que hermana a todas las confesiones y creencias exige ese sacrificio" y solidariza con el mundo de la cultura, el deporte y las tradiciones populares, que están aplazando o renunciando a sus actividades.