Crece casi un 5% el intercambio de libros en Catalunya en un año

BARCELONA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

El número de lectores en Catalunya que optan por que algún conocido les preste libros ha aumentado un 4,9% este 2012 respecto al año anterior, pasando de 595.000 personas (15,2) a 623.000 (16%) en 2012, según datos de El Baròmetre de la comunicació i la cultura, de la Fundacc, recogidos por Europa Press.

En esta línea, los mismos datos reflejan que sigue cayendo el número de ciudadanos que compran libros, que ha pasado de ser el 44,8% en 2007 al 40,4% de 2012, que ha registrado 1.596.000 compradores.

Sin embargo, el número de lectores en Catalunya ha crecido un 1,2% en 2012, una cifra que contrasta con la caída de las compras de libros en torno a un 8%, dato aportado por los gremios de editores y libreros catalanes.

Mientras que el 40% de catalanes lectores ha comprado el libro que ha leído --una proporción en descenso--, el 8,4% lo ha tomado prestado en una biblioteca --respecto al 8,3% de 2012--, al 16% se lo ha dejado alguien --15,2%--, y el 4,6% lo ha obtenido por Internet --1,6%--.

Las asociaciones de padres y madres de las escuelas catalanas hace años que impulsan el intercambio de libros para hacer "un Sant Jordi normal" y mantener su espíritu, puesto que sin recursos se puede hacer una fiesta lucida, ha explicado en declaraciones a Europa Press el presidente de la Federació d'Associacions de Mares i Pares d'Alumnes de Catalunya (FaPaC), Àlex Castillo.

Ha señalado que el intercambio de libros en los colegios es "muy habitual" por estas fechas, incluso antes de la llegada de la recesión, especialmente en colegios con familias de clase media que tienen asociaciones de madres y padres (Ampa) más sólidas y organizadas, puesto que los centros con menores con más dificultades tienen como prioridad cubrir las carencias sociales.

"Es por un tema económico sí, pero no únicamente", ha destacado Castillo, que ha puntualizado que el intercambio se ha generalizado porque a la gente le gusta leer, ya que es una actividad lúdica y agradable que no exige tener grandes conocimientos.

Aunque ha relatado que hay formas distintas de hacer este tipo de intercambio, muchas escuelas prevén con tiempo una recogida de libros que, posteriormente, venden a un precio simbólico y cuya recaudación permite ir a los niños de viaje de final de curso.