El cuñado y una de las gemelas de Sabadell (Barcelona) sopesaron matar a la víctima con una taser

BARCELONA, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

Una de las dos gemelas acusadas de presuntamente matar al novio de la otra en Sabadell (Barcelona) y su pareja, cuñado de la víctima y también acusado, comentaron por Whatsapp dos días antes del crimen la posibilidad de usar una pistola taser para matarlo.

Este lunes el jurado de la Audiencia de Barcelona que juzga el caso ha escuchado los audios de Whatsapp que intercambiaron y en los que el cuñado y la cuñada de la víctima comentan la potencia del arma eléctrica.

El hombre, que ha confesado que cometió el crimen con una barra metálica (una pata de cabra), envió un vídeo a su novia mostrando la pistola: "Mira qué chispazo. No sé que decirte, esto tira a base de bien. Esto fríe... Si nada más con el ruido que hace da miedo".

"Creo que 12.000 voltios una persona se fulmina, se electrocuta, pero si dices que no, que más grande, pues más grande. Total, para una vez que va a ser, lo que tu veas. Pero esto, con los chispazos que pega, te tienes que quedar muy doblado", añadió el hombre en otro mensaje de audio que envió a su pareja, y al final de la conversación ella le recordó que tenía que llevar una manta en su coche (el cadáver estaba envuelto en una manta cuando lo encontraron).

Este lunes también han comparecido en el juicio los forenses que hicieron el levantamiento del cadáver y la autopsia, y en consonancia con la confesión del acusado han explicado que la víctima tenía el cráneo con huesos fracturados, "muy deformado, estaba como hundido, chafado y salían restos de masa encefálica".

El hombre tenía en la cabeza varias lesiones parecidas y paralelas o en una posición similar, y los forenses han explicado que esto significa que se hicieron estando el agresor y la víctima en la misma posición, probablemente con el primero inmovilizado.

LA PAREJA ALERTÓ DE VIOLENCIA DE GÉNERO

También han comparecido los psiquiatras y psicólogos que evaluaron a los acusados, y han concluido que ninguno de los tres tenía una enfermedad mental o alguna afectación que en el momento del crimen les impidiera ser conscientes de lo que hacían.

A la pareja de la víctima la han descrito como una persona dependiente, mencionando en este sentido a su gemela, y han señalado que meses antes del crimen ya había explicado a su médico de cabecera episodios de violencia de género con su pareja, la víctima, y han asegurado que en su exploración detectaron que no tenía "empatía por la persona fallecida".

Sobre el acusado, han destacado su "actitud defensiva" hacia las pruebas que le han hecho, es decir, que creen que respondió a sus preguntas intentando mostrar una imagen de sí mismo sin defectos e intentando disimular sus aspectos negativos, y le han descrito como impulsivo.

Respecto a la cuñada de la víctima han señalado que tenía ansiedad y depresión pero "no tenía alteración de la memoria ni de ninguna función mental".