BARCELONA, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El concejal de la CUP en Barcelona Josep Garganté ha insistido este martes en que su formación no avalará ninguna privatización del transporte público, incluida la unión del tranvía si se gestionara desde empresas privadas, y ha criticado el "manifiesto Frankenstein" del resto de la oposición
Garganté ha declarado que CiU, C's, ERC, PSC y PP no han propuesto a la CUP unirse al manifiesto que han presentado este mismo martes --que pide consenso y estudiar alternativas ante la unión del tranvía--: "Nos resulta bastante sorprendente esta rueda de prensa Frankenstein porque está hecha de muchos pedazos diferentes".
"Tiene el interés de desgastar al Gobierno municipal, porque no tienen nada en común entre ellos. Cuando empiecen a darse pasos empezarán a pelearse", ha dicho.
El concejal augura que el PSC puede entrar en el Ejecutivo --están en conversaciones--, por lo que ha advertido sobre la unión del Trambaix y el Trambesòs: "Veremos qué dicen una vez entren el Gobierno municipal, si es que acaban entrando".
DECISIÓN TOMADA
Garganté --que también es conductor de bus-- ha criticado que la CUP no pueda acceder a estudios anteriores sobre movilidad de la Diagonal pese a que han pedido consultarlos, y también ha lamentado que ningún bus recorra toda la avenida, por lo que sospecha que se quieren evitar comparaciones: "Llamadnos suspicaces, pero parece que la decisión del Ayuntamiento es una, y que todo lo que pueda generar ciertas dudas se ponga a un lado".
"Genera ciertas dudas de que, desgraciadamente, el Gobierno municipal ha tomado una decisión y que, desde que entró en el Ayuntamiento, parece que importa poco el resto, sean los estudios u otras posibilidades", según él, que ha insistido en que sólo apoyarán la unión del tranvía si la gestión es pública.
El concejal ha añadido que el porcentaje de la gestión pública del tranvía es actualmente del 2,5%, tras lo cual ha sostenido: "A día de hoy, unir el tranvía es una privatización del transporte público".
PRIORIDADES DE LA CUP
Ha defendido que las prioridades de la CUP sobre transporte público pasan por "la bajada de precios, la recuperación de todo el servicio que se ha recortado de bus y Metro, y llevar la L10 a la Zona Franca", y ha apostado también por rescindir el contrato de la T-Mobilitat para que sea de gestión pública.
Ha insistido en revertir privatizaciones para avanzar hacia una total gestión pública --aunque pueda costar más dinero al principio, ha dicho--, y ha lamentado "que las arcas públicas financien y que los beneficios vayan a empresas privadas".