ERC regresa a Sant Jaume de Frontanyà, el ayuntamiento que una moneda le arrebató

BARCELONA, 10 May. (EUROPA PRESS) -

Sant Jaume de Frontanyà (Barcelona) es, además del pueblo más pequeño de Catalunya con sólo 24 habitantes, una de las cuentas pendientes de ERC en estas municipales, en las que recuperará la alcaldía después de que una moneda al aire le dejará fuera del consistorio en 2011.

Los hechos se remontan al 22 de mayo de 2011, cuando un empate a ocho votos entre los candidatos de CiU y ERC --que para más inri son marido y mujer-- forzó un desempate poco ortodoxo pero efectivo: moneda al aire y el candidato republicano Ramon Vilalta fuera del ayuntamiento en favor de su esposa.

Vecinos del municipio consultados por Europa Press explican sin embargo que el matrimonio superó sin problemas este contratiempo, y que cuatro años más tarde siguen felizmente casados: "Se quieren mucho, llevan muchos años juntos".

Ramon Vilalta había sido además el alcalde hasta entonces, por lo que ERC no sólo perdía la alcaldía de este simbólico municipio, sino que se quedaba fuera del ayuntamiento por los caprichos de la fortuna, ejecutada en este caso por un miembro de la Junta Electoral de Berga encargado de lanzar la moneda.

El duelo entre Vilalta y su esposa era por el tercer concejal, ya que la victoria en aquellas elecciones fue --por un solo voto-- para Rubén LLadós e Ivet Moncusí, otro matrimonio que se presentó en este caso bajo las siglas de Progrés Municipal, candidatura asociada al PSC.

SIN OPOSICIÓN

En esta ocasión Vilalta y su esposa no se presentan a las elecciones, por lo que Lladós y Moncusí tienen asegurado el próximo mandato --su única rival es una candidata del PP que nadie en el pueblo conoce--, aunque en este caso no concurren bajo las siglas socialistas, sino bajo las de ERC.

"El momento político del país lo ha cambiado todo. La deriva socialista de ser federalistas no lleva a ninguna parte", explica Lladós a Europa Press para justificar el cambio de siglas, una decisión que devolverá a ERC la alcadía del ayuntamiento que perdió en 2007.

El hecho de que solo concurran tres candidatos --y que uno de ellos no sea del pueblo-- garantiza que el resultado no será tan ajustado, por lo que no se esperan monedas al aire y Lladós no deberá sufrir para continuar con sus labores al frente del consistorio, entre las que, explica, segar el césped, tirar la basura y recoger el correo.