Se hará una prueba en la isla de Gran Canaria y se extenderá a la cuenca del Mediterráneo y Portugal
CERDANYOLA DEL VALLS (BARCELONA), 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El proyecto europeo LIFE Nieblas evaluará la recuperación de zonas afectadas por la sequía y desertificadas con la recogida de las minúsculas gotas de agua en suspensión de la niebla.
El estudio cuenta con un presupuesto de 2,1 millones de euros y cuatro años de ejecución, según ha informado el CREAF este martes en un comunicado.
Se llevará a cabo en 35 hectáreas de Gran Canaria (Barranco de la Virgen y Selva de Doramas) y cuenta con el impulso del CREAF, el Cabildo de Gran Canaria, la empresa pública Gesplan, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, el Instituto Tecnológico de Canarias, la Universidad de la Laguna, la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas y la Comunidad Intermunicipal Viseu Dao Lafoes de Portugal.
El reto es recoger 215.000 litros anuales de agua para repoblar estas áreas canarias con 20.000 árboles de especies endémicas de las islas, así como hayas, encinas, madroños, barbusanos y otras especies de laurisilva, y la experiencia también se llevará a cabo en la cuenca del Mediterráneo y Portugal.
Se hará con un innovador colector de niebla y tres nuevos sistemas de reforestación basados en recoger esta agua, aunque el objetivo será que las nuevas extensiones de laurisilva sobrevivan por sí solas, sin regadío en el margen de un año y medio.
"Con esta iniciativa abordamos la reforestación de manera más viable y eficaz, actuando en zonas especialmente vulnerables al cambio climático y la desertificación", ha señalado el investigador del CREAF, Vicen Carabassa, ya que el agua recogida tiene una capacidad de infiltración cinco veces superior a la de la lluvia, por lo que permitiría la recuperación progresiva de los acuíferos esenciales para abastecer fincas agrícolas, de animales y población sin necesidad de perforara pozos.
Asimismo, Carabassa ha destacado la importancia de este proyecto con "métodos de reforestación innovadores" y además se fomenta la transferencia de conocimiento entre universidad y empresa.
Se trata de un "gran desafío" para reformar una zona degradada por siglos de tala y extracción masiva de agua de los acuíferos, además de un incendio devastador, por un modelo de recuperación medioambiental.
