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BARCELONA, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un exencargado del macroprostíbulo Saratoga de Castelldefels, Carmelo S., ha afirmado que el inspector jefe de la Brigada de Extranjería y Documentación de la Policía --suspendido en el cargo-- y también acusado, José Javier M.P., lo amenazó con "crujir" el local a redadas.
Carmelo S. ha declarado como acusado en el juicio que ha empezado este lunes en la Audiencia de Barcelona, y ha explicado que José Javier M.P. lo llamó urgentemente un día para quedar insistiendo en que sabía que el club estaba pagando 6.000 euros a un comisario, y que haría "crujir el local a revisiones" si no llegaban a un acuerdo, por lo que concertó diversos encuentros con él en la comisaría de la Verneda y el hotel Plaza de Barcelona.
El exencargado ha explicado que --sin intención de pagar nada a José Javier M.P.-- llamó a su amigo y también inspector jefe de la Policía Andrés O. para explicarle la situación, tras lo que acordaron buscar pruebas, y Carmelo S. grabó uno de los encuentros: "Yo estaba asustado porque me pedía dinero, tenía un arma y me podía llevar detenido".
Después de esto, trazó un plan con la Guardia Civil para fingir la entrega de una cantidad de dinero y detener a José Javier M.P., pero los agentes nunca encontraron el sobre, que presuntamente debía tener el inspector jefe.
Por su parte, José Javier M.P. --para quien el fiscal pide 44 años de cárcel-- ha declarado horas antes en la Audiencia que su intención era obtener información a través de Carmelo S., e infiltrarse dentro del grupo delictivo para saber quién estaba cobrando ilícitamente para pasar información a los macroprostíbulos Riviera y Saratoga.
REDADAS POR SORPRESA
Según el exencargado del Saratoga, "todas las redadas son sorpresa", y ha afirmado que nunca ha entregado cantidades de dinero a policías y, más en concreto, al inspector jefe Andrés O.
"No hay ningún pacto. Lo único que se hace son dos redadas al año", lo mismo que en el resto de clubes, ha declarado, y ha negado que se haya pagado en especie.
Respecto a la entrega de regalos por parte del club a los policías, Carmelo S. ha dicho que eran en "agradecimiento": una práctica habitual de regalar dos o tres botellas de vino o un billete de lotería, que se haría igualmente al sentirse bien atendido por un buen médico.
HOTEL DE CHICAS GUAPAS
Según el exencargado, el club Saratoga es un "hotel de chicas guapas", no un prostíbulo, y ha negado que las mujeres --algunas menores-- encontradas en situación irregular y ejerciendo la prostitución estuvieran trabajando en condiciones laborales recriminables.
"Ellas no trabajan, se hospedan" por 66 euros al día, ha puntualizado, y ha dicho que tampoco eran obligadas a prostituirse bajo un horario de 11 horas seguidas, y que si lo hacían era porque querían.
Respecto a las 'mamis' --mujeres que presuntamente controlaban el ejercicio laboral de las prostitutas y lo que cobraban-- ha afirmado que eran trabajadoras del hotel: "¿Las mamis? ¿Controladoras de qué? Si son señoras de la limpieza".
Según el fiscal, los propietarios y encargados de los dos prostíbulos se lucraron de 2002 a 2008 de la explotación de mujeres en situación irregular, que estuvo favorecida por los chivatazos de la entonces cúpula de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Barcelona, que dependía de la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif).
Por eso, el fiscal pide de tres a 44 años de cárcel para los 20 acusados que declararán durante esta semana en el juicio, por los delitos de favorecimiento de la prostitución, pertenencia a organización criminal, asociación ilícita para delinquir, cohecho pasivo, revelación de secretos, omisión del deber de perseguir delitos, aprovechar información privilegiada, falsificar documentos oficiales, extorsión en concurso medial con delito cometido por funcionario público contra derechos individuales, violación de información por razón de cargo, e infidelidad en custodia de documentos.