El exsubdirector médico de Quatre Camins defiende su comportamiento "absolutamente digno"

Camins Xavier M
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 5 junio 2013 22:05

Las defensas dicen que los malos tratos "no existieron" y piden la absolución de los funcionarios


BARCELONA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

El exsubdirector médico de Quatre Camins Xavier M. ha hecho uso de la última palabra este miércoles en el juicio en el que se le acusa de malos tratos durante el motín de 30 de abril de 2004, y ha afirmado que tuvo un comportamiento "en todo momento honorable y absolutamente digno", y que es inocente de los delitos de torturas y lesiones.

Xavier M. --para quien la Fiscalía pide siete años de cárcel-- ha señalado que se siente "muy orgulloso" de lo que hizo y se ha mostrado perplejo ante las acusaciones, pues todos los presos que necesitaron ayuda la tuvieron, sin contemplaciones ni ánimo de venganza, ha puntualizado.

En sus conclusiones definitivas, las defensas de los funcionarios han asegurado que tales malos tratos "no existieron", por lo que han pedido la absolución de sus representados, y han dudado de la verosimilitud de las declaraciones de los presos, ya que se contradecían unas con otras.

El abogado del subdirector médico ha asumido que los ánimos de los funcionarios podían estar alterados después del motín, "lo que es lógico cuando se ha apuñalado a una persona", pero que esto no es comparable a ser agresivo o a tener un ánimo de venganza.

"Parece que aquí nos estamos olvidando de que esto es una prisión donde se ha querido matar a una persona", ha recalcado, y ha añadido que si el subdirector médico llevaba una porra en la espalda era porque se acababa de cometer un intento de homicidio, sin que haya ningún indicio de malos tratos.

Además, "no se trataba de una pandilla de amiguetes", ha recordado otro de los letrados, sino de gente con antecedentes penales.

VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS

Para las acusaciones particulares, las represalias ocurridas tras el motín en Quatre Camins supusieron una "flagrante vulneración de derechos humanos", donde se arrinconó, empujó y golpeó a internos que no habían participado en el motín.

También entraron más de 300 funcionarios en el centro --algunos de otras prisiones-- sin que fueran llamados por nadie ni tuvieran otra función que la de reivindicar sus derechos laborales o vengarse, ya que incluso el exdirector general de servicios penitenciarios Albert Batlle afirmó en el juicio haber negado la entrada a funcionarios que no estuvieran de servicio.

Además, muchos de los internos fueron trasladados de sus celdas a otras cárceles "indebidamente vestidos", sin zapatos o sin ropa, como aseguraron dos directores de otras prisiones o los Mossos d'Esquadra, aunque en el juicio se hayan olvidado de ello, han ironizado las acusaciones.

VERSIÓN INCOMPATIBLE

La fiscal ha manifestado este miércoles en su exposición de conclusiones que ve "incompatible" la versión de los funcionarios del centro penitenciario acusados con los partes médicos aportados a la causa.

"Aquello fue caótico. Una anarquía", ha declarado, y ha afirmado que ningún interno tenía lesiones derivadas del motín cuando éste acabó, mientras que después del traslado de los presos presuntamente implicados al departamento de ingresos --donde ocurrieron los hechos-- ya constaban 20 heridos, según los partes médicos que ha asegurado que fueron de mínimos y para cubrir el expediente.

Según la fiscal, la agresión fue "indiscriminada" y ha quedado acreditado que los presos fueron sometidos a un trato absolutamente contrario a los derechos humanos, y que los funcionarios actuaron de forma contraria a sus obligaciones.