C.Ribaupierre, S.Abril y M.Furlan - EUROPA PRESS
BARCELONA, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Teatre Lliure de Barcelona acoge este jueves y viernes en su sede en Montjuc el 'Concours européen de la chanson philosophique', una obra performativa que consiste en un concurso de canto europeo con canciones escritas por filósofos y un jurado integrado también por pensadores, donde el público vota para decidir la canción ganadora.
En rueda de prensa este martes, el dramaturgo Massimo Furlan ha reivindicado la necesidad de esta obra: "El mundo en el que vivimos, si no piensa, es un mundo que está enfermo", y ha destacado su interés por lo popular --que une a las personas-- frente al populismo --que las separa y divide-- y que está en auge en Europa.
El formato, con claras reminiscencias al concurso de Eurovisión que el dramaturgo vivía de pequeño como un sueño, tiene una puesta en escena "divertida y fina", y en su desarrollo alterna las canciones en los diferentes idiomas de la mano de filósofos de distintos países y las reflexiones del jurado.
En concreto, los creadores han pedido a 11 filósofos de distintos países que escriban una canción siguiendo su manera de ver el mundo, y que un jurado cambiante cada noche valora desde sus perspectivas.
Con composiciones musicalmente "bonitas", hay algunas canciones en verso, otras más simples y otras más poéticos, y entre sus creadores están Santiago Alba Rico, Philippe Artires, José Bragana de Miranda, Vinciane Despret, Leon Engler y Michela Marzano, entre otros.
La canción de Santiago Alba Rico --la representación española-- es una de las "más complicadas" porque mezcla el concepto filosófico de la Antigüedad del 'ser y no ser' con una poesía medieval inspirada en Luis de Góngora, con un lenguaje extremadamente poético.
Integran el jurado Antonio Baños, Dolors Bramon, David Bueno, Marina Garcés, Íngrid Guardiola, Albert Lladó, Dolors Miquel y Bel Olid.
ESPECTÁCULO DE TELEVISIÓN
La propuesta teatral simula un concurso televisivo presentado por Sílvia Abril: vota el jurado y vota el público --a través de la intensidad de su aplauso--, y para hacerlo accesible todas las canciones están subtituladas.
La dramaturga Claire de Ribaupierre ha celebrado que han participado 11 filósofos, 10 países, 20 teatros, ocho músicos y cuatro cantantes, aparte de numerosos miembros del jurado que cambian cada noche: "El espectáculo está siempre en movimiento y nunca es el mismo".
"Hemos pedido a los filósofos pensar sobre el mundo contemporáneo", ha dicho Ribaupierre, que ha detallado como grandes temas de sus composiciones la migración, la violencia, la exclusión, el feminismo, la sostenibilidad, y la vulnernabilidad, todos ellos con un pensamiento europeo pese a las especificidades locales.
El jurado aprovecha el momento que habla para profundizar en un concepto, y ahondar en los expresado en la canción, dándole el mismo tiempo a la palabra y a la canción: "El jurado ha de ser breve pero tener contenido, ayudando a la intensidad".
Con un papel cercano a "los estereotipos de Eurovisión", la actriz Sílvia Abril ha explicado que fue el director artístico de la sala, Juan Carlos Martel, el que le propuso integrarse en el proyecto, propuesta que le llegó cuando necesitaba cosas nuevas y experimentales.
"Si puedo poner un grano de arena para acercar el pensamiento al público, bienvenido este salto al vacío", ha dicho la actriz, que debuta a sus 48 años en el Teatre Lliure, sala que ha considerado un templo de su adolescencia.