Asegura que los altercados no fueron por una protesta por la privación de libertad
BARCELONA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El fiscal de Extranjería de Barcelona ha archivado las diligencias de investigación abiertas por el intento de fuga del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca el 1 de noviembre al determinar que los funcionarios de la Policía Nacional no se extralimitaron ese día y no hubo ninguna "anomalía o irregularidad" en el funcionamiento del centro.
En el informe, recogido por Europa Press, el fiscal Fernando Rodríguez Rey concluye que "de lo actuado en estas diligencias no se desprende que con ocasión de estos concretos hechos se haya producido anomalía o irregularidad en el funcionamiento del CIE ni extralimitación o desproporción en la actuación policial".
Según su relato, la noche del 1 de noviembre, sobre las 20 horas, varias decenas de internos de nacionalidad argelina se hallaban en el comedor finalizando la cena cuando comenzaron a gritar y golpear la puerta de la cocina para intentar huir.
Los policías del centro reaccionaron llevándoles a la sala de estar, donde unos 80 golpearon y arrancaron mesas, rompieron objetos y forzaron una puerta, y algunos de ellos estaban armados con listones metálicos, trozos de cristal de metacrilato y fragmentos de azulejos.
Por eso, se activaron las Unidades de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios, que se personaron en el centro a las 23 horas, que condujeron a estos internos al patio, y posteriormente funcionarios policiales les cachearon y les subieron a sus habitaciones, donde a las 00.15 horas se normalizó la situación.
Según el fiscal, el origen de los altercados fue por un enfrentamiento entre internos argelinos y albanos, ajeno al funcionamiento del centro, y no fue una protesta por su situación de privación de libertad.
DILIGENCIAS
Para determinar lo sucedido, el fiscal se ha entrevistado con el director del centro y con cinco internos de manera privada, ha interrogado al responsable del servicio médico, ha visitado las zonas donde ocurrieron los hechos y ha visionado las imágenes de las cámaras de seguridad.
Tras estas diligencias, el fiscal afirma que la versión de la dirección y de los internos entrevistados "son coincidentes" y que los incidentes se produjeron por problemas de convivencia entre internos argelinos y albanos, que derivaron en una pelea ese día.
"Ninguno de los internos entrevistados que, como se ha dicho, constan identificados como participantes activos en los hechos, interpretaron el origen de los incidentes como forma de protesta por su privación de libertad ni los vinculan con anomalías o deficiencias en el funcionamiento del CIE", afirma Rodríguez Rey.
Sobre la actuación policial, considera que los disturbios que se estaban produciendo legitimaban la decisión de avisar a la UIP ya que "se alteró de forma intensa el funcionamiento del centro", el número de participantes era elevado y hubo comportamientos violentos, además de que se produjo un intento de fuga y había internos armados con objetos peligrosos.
Constata que la intervención de los antidisturbios consistió en hacer acto de presencia y conminar a los internos a deponer su actitud, sin que se llegara a interactuar físicamente con los internos, ya que los que les cachearon fueron los agentes del centro, que tampoco tuvieron una actuación "desproporcionada o abusiva".
El fiscal sí que considera que la actuación de los internos que participaron en los incidentes podría ser "constitutiva de infracción penal" pero recuerda que estos comportamientos ya están siendo investigados en unas diligencias previas abiertas por el Juzgado de Instrucción 24 de Barcelona.
