BARCELONA 29 May. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat aspira a que Barcelona vuelva a acoger en 2015 una feria Carbon Expo más global, en la que otras iniciativas financieras más allá de los mercados y el comercio de emisiones tengan cabida, y que podría servir también de punto de partida para la cumbre del cambio climático organizada por Naciones Unidas, y que está prevista en París en diciembre de dicho año.
En declaraciones a Europa Press, el secretario técnico de la Oficina Catalana del Cambio Climático (Occc), Iñaki Gili, ha admitido la voluntad del Govern de trabajar conjuntamente con el Ayuntamiento de Barcelona y Fira de Barcelona para que el evento que acoge hasta este viernes la capital catalana, con la participación prevista de 1.800 personas, pueda prolongarse en el futuro.
La feria Carbon Expo, que reúne a los principales actores en el comercio mundial de emisiones de dióxido de carbono (CO2) viene alternándose desde hace seis años con la ciudad de Colonia (Alemania), por lo que, en principio y a falta de la votación definitiva, debería ser esta ciudad la que acoja la nueva edición de 2014.
Gili ha subrayado la importancia de que Barcelona pudiera volver a acoger el evento en 2015, ya que seis meses antes de la cumbre de París está previsto que la ONU haga público el primer borrador de acuerdo llamado a sustituir el protocolo de Kyoto, lo que podría coincidir con la cita de Barcelona y ello haría de esta ciudad la capital del clima durante unos días, una situación parecida a la que ya se vivió en 2009, en los meses previos a la cumbre que se celebró en Copenhague.
El secretario técnico de la Occc ha añadido además que el comercio de emisiones se ha revelado como "parte de la solución" al cambio climático, pero solo una parte, ya que parece evidente que hay que diseñar mecanismos que equilibren el mercado y éste no puede ser el único sistema para mitigar el calentamiento global.
Por ello, confía en que la Carbon Expo evolucione hacia una feria Climate Finance, en la que también tengan cabida el resto de iniciativas económicas asociadas a esta problemática: inversiones de adaptación, seguros para episodios climáticos extremos y transferencias de tecnología entre países, entre otros aspectos.
En una atención a los medios, el secretario de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Generalitat, Josep Enric Llebot, ha subrayado por su parte que el Govern "está completamente de acuerdo" con que se retiren parte de los derechos de emisión del mercado europeo, una cuestión actualmente en discusión.
La compra y venta de emisiones hasta 2020 se fijó sobre un hipotético precio de la tonelada de CO2 en torno a los 20 euros, pero la reducción de actividad industrial asociada a la crisis ha hecho caer los precios hasta 7 euros, lo que comporta un "exceso de derechos de emisión" que distorsiona los incentivos para crear una economía más verde, ha indicado Llebot.