Apuesta por atender las diferencias de cada país y potenciar el papel de la UpM y las regiones
BARCELONA, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat trasladará a la UE su propia propuesta sobre relaciones de los países de la Unión con los del este y el sur.
Se trata de un ámbito en el que el Ejecutivo catalán apuesta por atender las diferencias de cada país vecino, así como potenciar el papel de la Unión por el Mediterráneo (UpM) y el peso de las regiones y las ciudades en el diseño de estas políticas.
Según ha podido saber Europa Press, el representante permanente del Govern ante la UE, Amadeu Altafaj, hará llegar esa propuesta a la CE en las próximas semanas, en el marco del plazo abierto por Europa para recibir aportaciones al rediseño de la estrategia comunitaria de Política Europea de Vecindad (PEV).
El Ejecutivo catalán, que enmarca esta actuación en su interés de jugar un papel internacional cada vez mayor, sostiene que las instituciones de la Generalitat y la sociedad catalana tienen interés y una importante experiencia en el Mediterráneo, lo que les legitima a aspirar a participar activamente en el debate sobre la nueva política de vecindad.
En declaraciones a Europa Press, el secretario de Asuntos Exteriores y de la UE, Roger Albinyana, ha considerado necesaria la revisión de la PEV porque "la situación es objetivamente peor que hace diez años", y ha remarcado que es importante que deje de aplicarse un trato uniforme para todos los países que la integran porque no todos tienen los mismos intereses.
"LÓGICA DE GEOMETRÍA VARIABLE"
Por ello, ha abogado por seguir una "lógica de geometría variable" analizando las particularidades de cada país y otorgando a aquellos con un mayor interés por acercarse a la UE --Marruecos, Túnez, Egipto y Jordania, por este orden-- una condición de 'partner' relevante ofreciéndoles acuerdos comerciales y en materia de seguridad más potentes.
Desde la Generalitat se entiende que esta comprensión de los intereses diferenciados de cada socio no debe hace perder de vista que la PEV debe ser una propuesta global, por lo que apuesta por una mayor integración de esta estrategia comunitaria con la política exterior y de seguridad común y la política de seguridad y defensa común.
Albinyana remarca que no se puede "desvincular un debate de otro" y que la cooperación ayudará promover una área de estabilidad, seguridad y prosperidad en las fronteras de la UE, una prosperidad que debe ayudar a combatir la desigualdad que, dice, sirve de cultivo para el auge del terrorismo yihadista.
Precisamente este lunes Barcelona acogerá una reunión de los ministros europeos de Exteriores con sus socios de la ribera sur del Mediterráneo para abordar el futuro de su relación y los desafíos que les son comunes, como el terrorismo y la inmigración, dentro del proceso iniciado por la Comisión Europea para la revisión de la política europea de vecindad.
La cumbre --en cuya inauguración intervendrán el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Artur Mas-- se celebrará en el Palau de Pedralbes de Barcelona, sede de la UpM, uno de los organismos regionales en los que se apoya la PEV junto a la Asociación Oriental y la Sinergia del Mar Negro.
EL PAPEL DE LAS REGIONES
De hecho, potenciar el papel de la UpM es una de las demandas que trasladará la Generalitat a la UE, en la línea de su defensa de que las autoridades regionales y locales pueden contribuir a definir prioridades y objetivos en la zona del Mediterráneo, a concretar proyectos y a aumentar la visibilidad y el conocimiento de la política europea de vecindad.
Desde el Govern lamentan que hasta ahora las instituciones multilaterales desplegadas en la zona han tenido un marcado carácter intergubernamental, sin dar a las ciudades y regiones el papel que les corresponde; un rol, apuntan, al que sí se hacía referencia en la Declaración de Barcelona suscrita en 1995.
Precisamente la celebración del 20 aniversario de esta declaración supone, esgrimen, una buena oportunidad para situar la UpM en el centro de las relaciones entre Europa y los países del sur y el este del Mediterráneo, ya que entienden que esta institución puede aportar valor a la dimensión regional de la nueva estrategia de vecindad.
La Generalitat considera que, pese a sus limitaciones políticas y presupuestarias, la UpM constituye la expresión más avanzada de política multilateral en el Mediterráneo, y puede ser un agente importante para que los países árabes se involucren más en la política euromediterránea y se puedan llevar a cabo las reformas de la nueva PEV.
Para ello, esgrimen que es necesario dar al secretariado de la UpM una dimensión más global, así como aumentar su capacidad operativa incrementando los recursos de la PEV destinados a esta institución, lo que le permitiría no depender tanto de proyectos financiados por otras instituciones para poder funcionar.
