BARCELONA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Ser hombre o mujer no es un factor que incida significativamente en la inserción de los universitarios licenciados hace tres años, según el estudio 'Género e inserción laboral del colectivo universitario' realizado conjuntamente por la Agencia de Calidad del Sistema Universitario (AQU) y el Institut Català de la Dona (ICD).
"No hay discriminación sistemática en relación a los hombres y las mujeres entre titulados, sino en relación a las titulaciones", ha asegurado la técnica de la AQU Anna Prades en rueda de prensa. Las diferentes variables del estudio demuestran que un factor decisivo en la calidad de sus puestos de trabajo es el tipo de carrera que escogen.
Así, la tasa de ocupación entre ellos y ellas no presenta diferencias sustanciales --la más destacada es de 7 puntos en el caso de los Ingenieros Civiles--, mientras que es especialmente destacada la distancia --de 13 puntos-- en la ocupación entre las graduadas en Filología y Humanidades (85,22%) y Medicina y Odontología (98,33%).
Asimismo, las diferencias en la ocupación no siempre son negativas para las mujeres, que en ciertos casos presentan más estabilidad que sus compañeros, aunque este diferencial se basa en el tipo de titulación. Las farmacéuticas y graduadas en Ciencias y Tecnología de los Alimentos presentan un 19,4% más de estabilidad que los hombres graduados en los mismos estudios.
No obstante, en la línea de la conclusión principal, se registran más diferencias según la carrera que según el género, con oscilaciones de hasta 50 puntos en el caso de las mujeres. Lo mismo sucede con la adecuación de sus tareas a la formación recibida y la ocupación de cargos de gestión --considerando que son titulados con tres años de experiencia--.
ELLOS GANAN MÁS
Globalmente, la media del sueldo bruto de las licenciadas universitarias es de 1.710 euros mensuales frente a los 1.997 de ellos, pero estas cifras también presentan variaciones entre los mismos grupos de género. Así, las graduadas peor retribuidas son las historiadoras, con 1.477 euros, frente a las Ingenieras Civiles, con 2.410.
Dada esta "sorprendente" conclusión, Pardes ha señalado que las diferencias personales, independientemente del género, son un "factor clave" para competir con los titulados de la misma rama. "A los tres años, los titulados están compitiendo en igualdad de condiciones", ha asegurado.
Frente a estos resultados, la directora del ICD, Marta Selva, ha subrayado que es imprescindible fomentar la coeducación desde los primeros años de enseñanza, a lo que el presidente de la AQU, Joaquim Prats, ha añadido que la elección de los estudios está condicionada por arquetipos sexuales.
El estudio se basa en una muestra de 12.000 personas, una cantidad "importante", que hace muy sólidas las conclusiones, ha dicho Prades. Sin embargo, los investigadores están a la espera de analizar en 2011 la inserción laboral tras 10 años de graduarse, cuando se imponen las obligaciones familiares (cuidado de hijos y padres).
Selva instó a los investigadores a mantenerse "atentos" a las conclusiones del estudio de 2011, que servirán para detectar los factores que posteriormente inciden en la discriminación laboral de la mujer.
