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BARCELONA, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gran Teatre del Liceu estrenó este sábado por la noche su temporada de ópera con la 'Agrippina' de Händel, con la asistencia de la presidenta del Parlament, Núria de Gispert; los consellers de Cultura y de Territorio, Ferran Mascarell y Santi Vila y la esposa del presidente de la Generalitat, Helena Rakosnik.
El estreno --que también contó con la presencia de numerosos empresarios mecenas del teatro y representantes de la cultura-- fue levantando aplausos a medida que se sucedieron las arias y al final hubo ocho minutos de ovaciones para esta coproducción del Théâtre Royal de la Monnaie (Bruselas) y el de Champs Elysées (París), cuya primera función ha llenado totalmente el aforo de 2.300 localidades.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el presidente del Patronato, Joaquim Molins, afirmó durante el estreno que está sintiendo el apoyo social al Liceu: "Después de no haber pasado las mejores temporadas ni los mejores momentos, el esfuerzo de todos hará recuperar esta ilusión colectiva".
Para él, "este gran teatro está muy en las venas y en el corazón de la gente", y la sociedad civil siempre ha trabajado mucho por el Liceu, que se creó con el empuje de la gente y ha de seguir viviendo con su empuje.
"Eso es lo que tenemos que conseguir, y espero que con este estreno se inicie esta nueva etapa con una gran ilusión", añadió sobre la apertura de la temporada con 'Agrippina', que considera uno de los grandes títulos de la temporada.
El argumento es "muy interesante y muy actual: las luchas por el poder, un tema eterno", según Joaquim Molins, que destaca todo el montaje y los actores de esta versión; a su juicio, excepcionales.
Además de él y del nuevo director general del Liceu, Roger Guasch, acudieron el presidente de la Diputación de Barcelona, Salvador Esteve; el subdelegado del Gobierno en Barcelona, Emilio Ablanedo; la concejal de Mujer del Ayuntamiento de Barcelona, Francina Vila, y el expresidente del Parlament Joan Rigol.
Entre los 184 mecenas del Liceu presentes estuvieron el empresario Leopoldo Rodés, Josep Ferrer (Freixenet), Carles Sumarroca (Emte), Jordi García Tabernero (Gas Natural Fenosa), David Madí (Endesa), Sonia Corrochano (Aeropuerto de Barcelona), Josep Miarnau (Comsa), Antonio Llardén (Enagás), Antoni Rossich (FC Barcelona), Joan Font (Bonpreu), Jorge Gallardo (Laboratorios Almirall), Joan Uriach (Laboratorios Uriach), Joan y Eloi Planes (Fluidra) y Antonio Renom (Levante Capital Partners).
También se pudo ver a representantes de la cultura, como el tenor Josep Bros; el compositor y director de orquesta Antoni Ros-Marbà; el director de la Fundació Ramon Llull, Vicenç Villatoro; el del TNC, Xavier Albertí; la gerente del Teatre Lliure, Clara Rodríguez; el showman y presentador Àngel Llàcer, y el arquitecto Jordi Garcés.
PRIMERA AGRIPPINA DEL LICEU
Vieron una versión muy contemporánea de 'Agrippina', ópera bárroca en tres actos estrenada en 1709 en Venecia con libreto de Vincenzo Grimani, y que el teatro barcelonés representa por primera vez en toda su historia.
Como explicó esta semana en rueda de prensa el director escénico, David McVicar, es una 'Agrippina' muy contemporánea pero "no es una actualización literal": presenta al emperador Claudio, a su mujer Agrippina y a la calculadora Poppea en un retrato de la sociedad del momento, y se ha concebido como una comedia política y sexual que plantea cómo sería el mundo si el Imperio Romano no hubiera acabado nunca.
McVicar considera a Händel autor de óperas "cínicas, hilarantes y revolucionarias", y recuerda que esta concretamente fue escrita para el público veneciano, con un resultado muy cínico y lleno de comedia.
El director de vestuario, John Macfarlane, destaca dos símbolos: el lobo que aparece en los tres actos como símbolo de un poder que se desvanece, y la escalinata que conduce a lo más alto de la esfera político-económica romana.
Igual que en el siglo XVIII, cuando los actores y cantantes vestían la misma ropa que el público, los intérpretes de esta versión llevarán la misma ropa que el público de hoy: por ejemplo, las dos mujeres enfrentadas, Agrippina y Poppea, aparecen vestidas de Balenciaga para las escenas relacionadas con el poder, y con bata y kimono para las domésticas.
La mezzosoprano Sarah Connolly (Agrippina) asegura que la obra no decae en ningún momento y que la dificultad de su papel radica en tener que ganarse al público, mientras que la soprano Danielle de Niese (Poppea) destaca que ambos personajes tienen en común la ambición política, lo que convierte la ópera en una guerra entre dos mujeres: "Es una historia sobre quién tiene más herramientas para ganar".
El resto de cantantes son Franz-Josef Selig (Claudio), Malena Ernman (Nerone), David Daniels (Ottone), Henry Waddington (Pallante), Dominique Visse (Narciso) y Enric Martínez-Castignani (Lesbo).
NUEVA DIRECCIÓN
El Liceu estrena etapa con Roger Guasch como nuevo director general, que encabeza los cambios de organización que ya se están impulsando de acuerdo con el plan estratégico y de viabilidad 2014-2017.
De momento ya se están potenciando las áreas de marketing, de patrocinios y mecenazgo y de comunicación, con el fin de mejorar la venta de entradas y abonos para lograr la máxima ocupación, de aumentar los ingresos y de dar más transparencia a la actividad del teatro.