El Govern impulsa un protocolo para abordar los matrimonios forzados y combatir su invisibilidad

El conseller, Chakir El Homrani, el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós, y la investigadora del grupo CER-Migracions de la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB), Snia Parella, han presentado el protocolo.
El conseller, Chakir El Homrani, el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós, y la investigadora del grupo CER-Migracions de la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB), Snia Parella, han presentado el protocolo. - GENERALITAT
Publicado: lunes, 2 marzo 2020 15:10

   El nuevo plan adecua esta estrategia contra la violencia machista "a la diversidad" social

   BARCELONA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La Conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat ha impulsado el protocolo para la prevención y el abordaje del matrimonio forzado en Catalunya para terminar con la invisibilidad de un tipo de violencia machista que "tiene una parte sumergida muy importante".

   El conseller, Chakir El Homrani; el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós, y la investigadora del grupo CER-Migracions de la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB), Snia Parella, han presentado este lunes en rueda de prensa un protocolo que se desarrollará durante los próximos tres años.

   El objetivo es erradicar el tipo de unión entre dos personas en la que, al menos una de ellas --generalmente una mujer--, no ha dado su pleno consentimiento y ha sido presionada físicamente, sexualmente, emocionalmente o psicológicamente por su familia y su entorno de referencia.

   En los últimos diez años, los Mossos d'Esquadra han registrado 153 actuaciones relacionados con el matrimonio forzado --68 mujeres adultas y 85 menores-- aunque Amorós ha alertado de la sospecha de más casos que no han sido detectados.

   Ha detallado que el matrimonio forzado es difícil de identificar porque "es una forma de violencia que no está legitimada con la voluntad de agredir y hacer daño a la víctima, y que muchas veces se lleva a cabo porque existe la creencia que se debe hacer, a menudo con argumentos tradicionales de ciertas culturas".

   La iniciativa se enmarca en el protocolo marco para la intervención coordinada contra la violencia machista pero, según El Homrani, tiene "una visión innovadora porque adecua la estrategia a la diversidad de la sociedad", con una mirada global de la ciudadanía de Catalunya.

COMISIONES LOCALES O COMARCALES

   Se impulsará a través de comisiones locales o comarcales repartidas por la comunidad que estarán formadas por profesionales del ámbito de la salud, la educación, los servicios sociales, la migración, la pediatría y cuerpos y fuerzas de seguridad.

   Estas comisiones fueron anunciadas por el departamento el pasado 6 de febrero para la prevención de la mutilación genital femenina y que, según ha ampliado Amorós, incorporarán herramientas para prevenir también los matrimonios forzados, una tarea que se reforzará con una veintena de comisiones especializadas más.

   El Homrani ha destacado la importancia de "trabajar conjuntamente con la comunidad para no criminalizar", por lo que ha defendido que las comisiones ejercerán un papel clave en la sensibilización y empoderamiento de la población que proviene de zonas en las que se practica el matrimonio forzado.

CUATRO FASES

   El protocolo para erradicar el matrimonio forzado consta de cuatro fases: prevención, detección, atención y recuperación, y trabajará con "el espacio de confianza como el elemento central" para evitar la victimización y facilitar una rápida detección, ha sostenido El Homrani.

   Según el protocolo, la formación de los profesionales, la sensibilización de la población y las comunidades con un riesgo potencial y el asesoramiento de las víctimas forman parte de la primera fase de prevención.

   Para la detección, los profesionales tendrán las herramientas para identificar las señales de alerta y derivar a las víctimas a los circuitos establecidos, además de las comisiones interdisciplinares que recopilarán información de cada caso y harán un seguimiento.

   A nivel de atención, se establecerá el riesgo de cada caso y los pasos a seguir, se diferenciará entre menores de edad y mujeres adultas y se acordará una persona de confianza de la víctima para abordar el plan de intervención individual.

   Finalmente, se diseñará un plan personalizado de seguimiento para la recuperación de la víctima que se ajustará a las necesidades y recursos específicos de cada caso que supervisará la persona de confianza.