BARCELONA, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat de Catalunya ha aprobado este martes en el Consell Executiu un decreto por el que las aguas de lavado derivadas de la producción de vino y aceite puedan aprovecharse como fertilizante.
La norma regula la aplicación al suelo de los residuos líquidos y sólidos producidos de vino y aceite, y está previsto que beneficie a unas 500 bodegas y a 200 almazaras, ha informado el Govern en un comunicado.
También simplificará los trámites administrativos y reducirá los costes de gestión de estos residuos para las pequeñas empresas del sector.
El uso de las aguas derivadas de vino y aceite debe realizarse en unas condiciones y con unos métodos que eviten daños al suelo y a las aguas, y por eso el decreto establece unos límites y condiciones.
Será obligatorio disponer de un sistema de almacenaje para garantizar una correcta aplicación, sólo podrán aplicarse en cultivos que tengan una pendiente inferior al 15%, a una distancia de 100 metros de núcleos urbanos y cauces, y una frecuencia máxima de aplicación de una vez cada dos años.