BARCELONA 13 May. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Clínic de Barcelona inició hoy el derribo del antiguo Parque de Bomberos, ubicado en la calle Provença contigua al centro, donde emplazará el edificio de urgencias en 2013, que costará 189 millones y permitirá al hospital ganar 40.000 metros cuadrados de superficie asistencial.
Las obras de derribo empiezan con un año de retraso --estaban previstas para 2009-- y en un momento de ajustes por la crisis económica, aunque la consellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli, y el gerente del Clínic, Raimon Belenes, confiaron en que saldrán adelante.
"Aunque quizá con un poco más de tiempo", admitió el consejero delegado del hospital, que lamentó la "mala jugada del destino" por haber coincidido el inicio del proyecto con la crisis y el anuncio ayer de medidas de contención del gasto por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Las obras tardarán "dos o tres años, quizá un poco más", dijo Belenes.
Sobre la financiación del nuevo edificio, el gerente dijo que todavía se están estudiando fórmulas, pero por el momento el hospital ha pedido ayuda al Banco Europeo de Inversiones (BEI), que se ha dispuesto a colaborar con 80 millones de euros, el 40% del coste total.
Con una superficie real de 50.360 metros cuadrados, las nuevas instalaciones albergarán, además del nuevo servicio de urgencias --más amplio y confortable con 128 'boxes'--, los servicios de Hematología, Nefrología, Oncología y Urología y últimas innovaciones en diagnóstico por la imagen.
Además contará con 112 camas para enfermos agudos, 32 puntos de hospitalización de día y 23 plazas de diálisis. El edificio, de cuatro plantas subterráneas y siete en superficie, está pensado para tener un bajo impacto ambiental, favorecer una gestión eficiente e incorporar los avances tecnológicos más sostenibles.
Este sede compartirá espacio con un nuevo cuartel de Bomberos, previsiblemente de 12.000 metros cuadrados, que dará servicio al distrito.
TRES GRANDES GRÚAS
Tres grandes grúas comenzaron a primera hora a derribar el edificio rodeado por un gran cordón de seguridad, que corta la calle Provença, y que despertó la curiosidad de innumerables vecinos, a los que el hospital quiere explicar su proyecto de remodelación, que también prevé obras en el interior y que en su conjunto tardarán ocho años.
Las obras de destrucción costarán 358.440 euros, y la consellera Geli destacó que la operación de hoy es el inicio de una etapa de lo que será el "nuevo Clínic", que celebró que permanecerá en el seno del Eixample.
"La visita del jefe de Estado no nos tiene que distraer", dijo en alusión a la operación del Rey el pasado fin de semana en el hospital, porque "queda mucho trabajo por hacer" y "debe continuar". Este hospital "es ejemplo de Catalunya y Barcelona".
La delegada de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, Isabel Ribas, elogió el "objetivo común" del nuevo edificio, que es "salvar vidas". A su vez, observó que a menudo "no es fácil" mantener un hospital de referencia en medio de la ciudad.
PERMUTA EN 2006
El buen entendimiento entre el Ayuntamiento y los órganos de gobierno del Clínic permitió en 2006 una salida a la falta de espacio del centro hospitalario. Una permuta de terrenos entre ambas instituciones es la base sobre la que el hospital podrá crecer, ocupando buena parte del espacio del parque de Bomberos.
El Clínic se compromete a ejecutar la edificación en su conjunto y a entregar al Ayuntamiento los locales y espacios destinados al nuevo parque de Bomberos. A principios de año, los Bomberos del parque de Provença se trasladaron a unas instalaciones provisionales en el parque Joan Miró.