Unas huellas señalan al acusado de poner explosivos contra su empresa en Castellbisbal (Barcelona)

Fiscalía pide 56 años de prisión por cuatro intentos de homicidio con explosivos y la defensa su absolución

Archivo - Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona.
Archivo - Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona. - DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo
Europa Press Catalunya
Publicado: jueves, 21 julio 2022 15:35

BARCELONA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

Unas huellas dactilares señalan al extrabajador de una empresa de obras juzgado por presuntamente poner explosivos en el motor de una excavadora en Castellbisbal (Barcelona) entre el 9 y el 10 de marzo de 2021 para acabar con la vida de cuatro excompañeros, después de que a mediados de marzo del año anterior hubiera dejado el trabajo.

El juicio ha empezado este jueves en la Sección 3 de la Audiencia de Barcelona y han declarado en calidad de testigos varios excompañeros, agentes de los Mossos d'Esquadra y peritos que examinaron el artefacto.

Varios agentes de los Mossos d'Esquadra han explicado ante el juez que recibieron una llamada que les alertaba de que se había encontrado una garrafa de plástico "con cables, un líquido en su interior y algo empaquetado" en el motor de una excavadora de unas obras entre dos comunidades de la localidad.

Los agentes activaron a los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax), y preguntaron a los trabajadores de la empresa si había algún trabajador descontento o si algún vecino tenía algún problema con la obra que se estaba construyendo, y uno de los agentes ha asegurado que "en un inicio no había convencimiento de que hubiera sido alguien muy claramente".

Los mossos encargados de la investigación encontraron una huella dactilar del acusado --que tenía antecedentes-- en la garrafa y otras que no han podido identificar, y observaron que el hombre había hecho búsquedas por Internet de temas de informática, programación, ordenadores y robótica, por lo que pidieron una orden de entrada y un registro en su piso.

Uno de los policías ha declarado en la sala que en la cocina de la vivienda encontraron una caja de cerillas "solamente con los palos de la cerilla", donde el acusado presuntamente había cortado la parte de fósforo, y que en la mesa del comedor encontraron objetos electrónicos, un microprocesador, placas, temporizadores, documentos manuscritos y apuntes de programación electrónica.

Asimismo, el perito que investigó el explosivo ha asegurado que el artefacto tenía un sistema muy sofisticado que se utilizaba en otros países de Europa y que era la "primera vez que lo había visto en España", mientras que otro agente del Tedax ha sostenido que el explosivo carecía de pericia en las conexiones eléctricas y de conocimientos de soldadura.

TRABAJADORES DE LA EMPRESA

El dueño de la empresa, que ha declarado en calidad de testigo, ha explicado que conocía al acusado porque eran amigos del barrio, y que posteriormente lo contrató, pero que al cabo de unos meses el acusado dejó el trabajo.

Ha expresado que unos días antes del incidente en la obra donde trabajaban estas cuatro personas, sufrieron "otro sabotaje en las máquinas", donde alguien había puesto azúcar en los depósitos de las excavadoras, motivo por el que desde ese momento revisaban casi diariamente las máquinas.

"Al cabo de unos días (de encontrar el artefacto), en comisaría me dijeron si tenía problemas con algún familiar o extrabajador, y me dijeron que ya tenían quién había sido, este señor, porque tenían las huellas. Yo les dije que si las huellas estaban en la excavadora era normal porque él las había utilizado, y me dijeron que no, que estaban en el artefacto", ha añadido.

Respecto al acusado, varios trabajadores de la empresa han manifestado que es una "persona violenta, un tío que no se corta un pelo a la hora de soltar la mano", racista, que generaba discusiones dentro de las obras y mal rollo con otros compañeros.

El juicio seguirá este viernes con la declaración del acusado y otras periciales y, de momento, la Fiscalía pide 56 años de prisión por cuatro presuntos delitos de asesinato en grado de tentativa y un presunto delito de tenencia de explosivos, mientras el abogado de la defensa pide la absolución.

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