BARCELONA 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
La eliminación del impuesto de Sucesiones ha abierto la primera brecha en la relación de CDC y UDC, puesto que mientras el Govern ha anunciado que lo mantendrán a partir del tercer grado, los democristianos abogan por cumplir el programa electoral y eliminar todo el tributo.
En una entrevista a Europa Press, el secretario del Govern, Germà Gordó, avanzó este domingo que la reforma no lo eliminaría totalmente y la Generalitat seguiría recaudando unos 120 millones anuales por este concepto.
El anuncio de Gordó, además, tiene lugar pocos días después de que Duran fuera quien avanzara que la supresión de Sucesiones será antes de las elecciones municipales del 22 de mayo, lo que levantó ciertas reticencias y suspicacias en el seno de la federación, y más concretamente dentro de CDC.
El secretario general de UDC, Josep Maria Pelegrí, ha negadon este lunes cualquier ánimo de revancha, y se ha limitado a resaltar que su formación quiere cumplir con el programa electoral con el que CiU se presentó a las elecciones catalanas, y que contemplaba su desaparición.
"UDC no tiene intención de incumplir el programa electoral de CiU. No hay más discusión", ha subrayado Pelegrí, quien no se ha salido de este discurso en rueda de prensa.
LLUVIA DE CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
Las críticas también han llovido por parte de los partidos de la oposición, empezando por el PSC que ve al Govern desorientado en su reforma de Sucesiones y ha descartado apoyarla.
El presidente del PSC en el Parlament, Joaquim Nadal, y el secretario de Organización, José Zaragoza, han sostenido que la nueva postura del Govern sobre Sucesiones evidencia la falta de coraje para "defender hasta el final" sus propuestas electorales, por lo que no variarán su posición sobre este asunto.
En el mismo sentido se ha pronunciado la portavoz de ICV, Laia Ortiz, quien considera que el Govern trata de "disimular la práctica supresión" del impuesto para dar la impresión de que no son tan injustos.
Desde las filas de ERC, el secretario general, Joan Ridao, ha acusado al Govern de haber creado un "sainete" que demuestra, a su juicio, que la reforma del tributo impulsada por el tripartito era la correcta.
Por otra parte, la presidenta del PP, Alicia Sánchez Camacho, ha atribuido el cambio de opinión de CiU a la demanda del PSC de aplazar al menos un año la supresión del tributo, lo que demuestra que la federación "prefiere pactar unos presupuestos con aquellos que provocaron la mayor crisis, la mayor deuda y el mayor paro de la historia de Catalunya".
El diputado de C's y candidato a la Alcaldía de Barcelona, Jordi Cañas, ha censurado las informaciones contradictorias que, a su juicio, el Ejecutivo catalán transmite sobre la supresión del Impuesto de Sucesiones, así como el secretario general de SI, Uriel Bertran, quien ha apreciado "improvisación" en la acción del Govern.