BARCELONA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presunto inductor del crimen de Santaló ha asegurado este viernes ante la juez que no entiende por qué le acusan de haber ordenado matar a su jefe, Félix Martínez Touriño, porque le iba a despedir porque ni lo sabía, y de hecho, le hubiera dado igual ya que tenía otro proyecto profesional en marcha.
En su declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Barcelona, tras un año y tres meses en prisión, Manuel M.B. ha decidido hablar por primera vez y explicar su versión de los hechos.
El crimen se produjo el 9 de febrero de 2009 en la confluencia de las calles Santaló y Travessera de Gràcia, cuando el asesino siguió a la victima que salía de casa a primera hora de la mañana y le disparó en la cabeza.
En declaraciones a los periodistas, la letrada de Manuel M.B., Berta del Castillo, ha explicado a la salida del juzgado que su cliente tenía "buena relación" con la víctima y ha aclarado que el despido "no sólo no le perjudicaba sino que le hubiera beneficiado", ya que estaba gestionando la creación de otra empresa.
Manuel M.B. ha descrito su relación con la víctima como "muy buena y de confianza", ya que entre ambos "hacían cosas al margen de la empresa, aunque siempre vinculadas con ella".
Ha explicado que junto a otras personas estaba montando otra empresa para comprar pequeñas compañías audiovisuales y crear así una más grande, algo que, según él, Martínez Touriño conocía aunque no participaba en el proyecto.
El supuesto autor intelectual afirmado que tras la muerte de Touriño continuó desarrollando su proyecto, buscando inversores en Suiza. Según él, con el despido habría cobrado 50.000 euros de indemnización y el 40% de su sueldo durante dos años, por lo que no hubiera pasado apuros económicos.
NO IMPLICA A NADIE MÁS
Según fuentes judiciales, el presunto inductor no ha implicado a nadie más, aunque se le ha preguntado insistentemente por unas conversaciones con un compañero posteriores al crimen y anteriores a las detenciones por el crimen.
En esas conversaciones, el compañero mostraba reticencias por la llegada del sustituto de la víctima. Concretamente, le advierte: "Vete a saber tú lo que Félix le habrá contado".
Manuel M.B., que solo ha respondido a las preguntas del fiscal, el juez y su defensa, ha explicado que el día de los hechos estaba de baja por una gastrointeritis y que sobre las 14 horas le llamó alguien del trabajo para explicarle lo que había pasado.
Ha asegurado que la baja se la entregó a una persona que trabajaba para él para que la llevara en mano a la oficina pero que "no lo recuerda bien".
Ha negado haber proporcionado un arma a su cuñado Said S. --imputado también en el caso--, con quien ha asegurado mantener una relación normal. Sin embargo, desconoce porque su cuñado y su hermana se fueron precipitadamente a Colombia, y ha destacado que se enteró de esta decisión a través de sus padres.
El acusado trabajaba como jefe del área de audiovisuales del CCIB --dirigido por Touriño-- y según la versión de los investigadores de los Mossos d'Esquadra que llevaron el caso, fue quien ordenó el asesinato a tiros de su jefe porque éste descubrió que se estaba enriqueciendo de forma ilícita a costa de la empresa y había decidido despedirlo.