Un inspector de Policía investigado niega usar la fuerza y ver heridos en el CEIP Estel el 1-O

BARCELONA, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un inspector de la Policía Nacional que actuó de jefe de núcleo el 1-O ha declarado este viernes como investigado ante el Juzgado de Instrucción 7 de Barcelona y ha asegurado que en el CEIP Estel no cargaron contra los votantes, que usaron la fuerza mínima indispensable para retirar las urnas, sin usar las porras y que no vieron a ningún herido, según fuentes judiciales.

Este viernes han comparecido en el juzgado este inspector y dos subinspectores investigados por su actuación en dicho colegio por orden de la Audiencia de Barcelona, que revocó el archivo de la causa y pidió que se practicaran más diligencias de investigación, ya que en este centro hubo 18 ciudadanos y dos policías lesionados.

En declaraciones a los medios, la abogada de la Associació Juristes pels Drets Humans, que representa a heridos, Gemma Rodríguez, ha explicado que los tres policías --que han respondido a fiscalía, juez y defensas-- han rechazado haber usado la fuerza, han defendido aplicar "el principio de proporcionalidad" y que solo actuaron para retirar a la gente que se oponía a entraran en el centro y retiraran las urnas.

Según esta abogada, el jefe de núcleo ha negado haber dado ninguna orden de cargar, y ha detallado que se vieron obligados a retirar a la gente porque se resistieron activamente a la actuación policial e hicieron "cadenas humanas".

De hecho, según Rodríguez, los concentrados ante el centro les lanzaron "escupitajos, insultos, patadas" y les dieron golpes de paraguas.

Los policías también han explicado que previamente un subinspector que hablaba valenciano intentó mediar con los concentrados durante unos 20 minutos, y que les advirtió que no iban contra ellos sino que solo querían dar cumplimiento a la orden del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) de impedir el 1-O, ha explicado el abogado de la misma asociación, Joaquim Pérez.

Sobre quién le dio las órdenes, el inspector --encargado de los centros Estel, Joan Fuster y Fundació Trinitat Nova-- ha explicado que su superior era el jefe de la unidad de investigación, con quien mantuvo reuniones previas al 1-O y que él mismo de forma presencial fue el día anterior al CEIP Estel, donde constató que ya había gente reunida.

En este centro, la actuación policial consiguió retirar las urnas y las papeletas, pero no se cerró el colegio, por lo que los tres investigados han indicado que no vieron a ningún herido porque fue una actuación muy rápida, admitiendo que a algunas personas las arrastraron.

Sobre el papel de la Fiscalía, la abogada ha lamentado que "queda constancia de que no ha actuado como garante de la legalidad, que es su trabajo, porque ha hecho preguntas que le correspondían a la defensa de los investigados", como, por ejemplo, si en otras circunstancias hubieran detenido a los concentrados por resistencia o desobediencia, a lo que los tres han dicho que sí.

REABRIR EL CASO

La Audiencia de Barcelona ordenó al Juzgado de Instrucción 7 de Barcelona reabrir la causa por 18 ciudadanos y dos policías lesionados en la Escuela Estel y le pidió averiguar "las concretas órdenes que fueron emitidas por los responsables del operativo", si se dieron de forma genérica o desde el propio centro a la vista de la aglomeración de personas.

Reclamaba ponderar en la instrucción si el uso de la fuerza empleado o si las órdenes dadas "se ajustaron o no a la situación allí planteada", por si a los responsables del dispositivo se les podían atribuir las lesiones ocasionadas.

La Sala entendió que había un mandato de la Fiscalía y después del TSJC para impedir la votación el 1-O, pero consideró que, pese a que la actuación de los antidisturbios suele ser contundente, no se les puede atribuir una "patente de corso para cualquier acción de violencia cuando resulta innecesaria, desproporcionada y con claro abuso de poder".

ESCOLA MEDITERRÁNEA

Para este viernes estaban citados también otros cuatro policías como investigados en este mismo juzgado por la actuación en la Escola Mediterrnia, aunque finalmente solo ha declarado uno por videoconferencia desde Sevilla, y los otros tres, procedentes de Canarias, se han aplazado al haber sido citados con poco tiempo.

El agente que ha declarado ha dicho que "ni él ni nadie de su unidad usaron las porras, sino que se limitaron a echar a la gente, sin ninguna arma, y dejaron un pasadizo abierto para que la gente se pudiera marchar", ha explicado a los medios Carla Vall, abogada del Centro de Defensa de los Derechos Humanos Irídia.

El agente, que ha prestado declaración unos cinco minutos y solo ha respondido al juez, fiscal y defensas, y no a las acusaciones, ha indicado que los policías sí que "recibieron agarrones y empujones".