Foto: EUROPA PRESS
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BARCELONA, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Mercat de les Flors de Barcelona acogerá 'Ölelés', el espectáculo creado en 2004 por Jordi Cortés y Damián Muñoz basándose en la novela 'El último encuentro' de Sándor Márai.
La obra podrá verse a partir de este viernes y hasta el 18 de enero en la sala Pina Bausch, han explicado en rueda de prensa.
Los dos bailarines revivirán el espectáculo después de tres años sin representarlo, con siete funciones con las que llegarán a las 100 representaciones, sumando el público de Barcelona a los 22.000 espectadores de 25 países que han visto el montaje, tras una gira que los ha llevado a visitar Europa, Asia, América Latina y Norteamérica en estos siete años.
El Mercat de les Flors recupera el espectáculo, una década después de su estreno en Barcelona, bajo la premisa de que "los espectáculos buenos no caducan" y con la intención de crear una mirada de repertorio, ha resaltado el director Francesc Casadesús, que ha explicado que, además, encaja en una temporada marcada por los duetos que ponen a dialogar artistas con trayectorias diferentes y paralelas.
Los espectadores podrán ver también una pequeña exposición con material sobre las representaciones internacionales de la obra, además de un pase previo a las funciones del filme 'Coup de Grâce', el cortometraje de producción holandesa sobre su obra que los llevó a ganar el premio al mejor corto en el Festival de Cine de Sitges de 2011, entre otros galardones.
"COMO EL BUEN WHISKY"
Los bailarines han revelado que les ha resultado fácil volver a interpretar 'Ölelés', por tratarse de una obra muy interiorizada, y han admitido que el montaje ha envejecido en estos años, pero no negativamente, sino que "ha ganado matices y olores, como el buen Whisky", ha bromeado Cortés.
"Si te pusieran en color la película de 'Casablanca' no tendría gracia", ha añadido en la misma línea Muñoz, que ha calificado el reestreno como un reencuentro entre amigos, igual que el de los protagonistas de 'El último encuentro'.
Las diferentes revisiones que han ido haciendo a lo largo de los años han diluido casi completamente los elementos ornamentales de la obra, y se han centrado en cómo contar la historia y en los elementos emocionales, lo que supone un reto a nivel interpretativo.
"Todo se mueve en un espectro muy sutil; tienes que ir modulando las intensidades, estando muy concentrado", ha descrito Muñoz.
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