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BARCELONA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, se ausentará por primera vez de la misa de La Mercè de este martes.
Ha pedido que la liturgia reciba el mismo trato, en cuanto a presencia de autoridades, que se le dispensa a las jornadas de 'castellers' o la cabalgata: "Cualquier otra cosa minimiza el carácter laico del consistorio".
En un artículo este lunes en su blog recogido por Europa Press, Martí, que sí acudió a la misa en La Mercè del año pasado --la primera como líder municipal socialista--, defiende que "es hora de revisar unos protocolos que, al revés de lo que ha pasado con la fiesta, no han evolucionado", y reclama que la misa de esta fiesta mayor pierda centralidad institucional.
Se trata de la primera vez en la historia democrática que el máximo representante del PSC en el consistorio se ausenta de la misa y esgrime la laicidad como argumento, después de estar 32 años encabezada por el alcalde y los dos anteriores tras el paso de los socialistas a la oposición por el exalcalde Jordi Hereu en el primero y Martí en el pasado.
Así lo han explicado a Europa Press fuentes del grupo municipal socialista, que han agregado que el partido estará sin embargo "debidamente representado" en la misa y los ediles socialistas tienen libertad de asistencia; del resto de partidos, ICV-EUiA anuncia cada año que no acude y ERC había optado en los últimos años por que asistiera la mitad del grupo municipal.
Martí reconoce en su artículo la tradición católica de la fiesta celebrada alrededor del día de la patrona de la ciudad, ante lo que le parece bien que la misa aparezca en el programa oficial de La Mercè, de forma que la fiesta "es una celebración laica pero sería infantil y ridículo tratar de esconder su origen y tradición".
Sin embargo, añade que "lo que hace tiempo que resulta anacrónico es la liturgia institucional organizada alrededor de la misa que, en cierta manera, sigue mostrando una actitud servil de las autoridades civiles hacia el poder eclesiástico, y remarca excesivamente el carácter religioso de una fiesta que, definitivamente, ha dejado de serlo".
Para él, la separación entre Iglesia y Estado "exige a escala municipal actualizar gestos y rituales que no dejen de ser significativos", y ve exigible que la Iglesia se adapte al carácter secular de la fiesta y a la laicidad de los poderes públicos, y que la cultura democrática sea laica y no acepte la hegemonía de ninguna confesión religiosa por muy numerosa y secular que sea, concluye.
LAS RAZONES ECOSOCIALISTAS
Los cinco concejales de ICV-EUiA en el consistorio también han anunciado que no acudirán a la misa, como viene siendo habitual, lo que su líder, Ricard Gomà, ha justificado: "Rechazamos el hecho de que la máxima institución que representa a la pluralidad de los barceloneses participe de una liturgia religiosa".
Según Gomà, "debe defenderse la laicidad de las instituciones y dar por superadas las tradiciones que han quedado obsoletas", como la asistencia de la máxima representación de la corporación municipal a escuchar misa el Día de La Mercè, ha informado este lunes ICV-EUiA en un comunicado.