BARCELONA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El exdirector general de Unnim (marzo 2011-mayo 2013) y de Caixa Sabadell (julio 2006-junio 2010), Jordi Mestre, ha defendido este lunes las decisiones que tomaron las cajas de ahorros en general para intentar tener continuidad en el entorno de crisis y cambios normativos.
Así se ha expresado en su comparecencia en la comisión de investigación del Parlament sobre las posibles responsabilidades derivadas de la actuación de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores.
Ha reconocido que pudo haber errores de gestión en las cajas porque todo el mundo comete errores, pero se ha mostrado seguro de que "todas las decisiones de órganos de gobierno y directivos fueron para que los problemas fuesen los menores posibles".
Ha apuntado que, en las cajas catalanas, "mayoritariamente" no estaban politizados los órganos de gobierno, y que el sector probablemente se echará de menos en el futuro, tras una desaparición que ha atribuido a las circunstancias que se han sucedido desde 2010.
Ha incidido en que en Unnim, que ha acabado absorbida por BBVA, se trabajó "de forma clara y transparente", incluyendo las retribuciones de la dirección en los últimos años, que no estaban en la media del sector y que incluían planes de pensiones para personas que llevaban décadas en la entidad.
Ha recordado que la fusión de Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu se produjo porque se requería más capital y las cajas no podían acceder a los mercados: "No había alternativa. La manera de sobrevivir era integrarse en una entidad para ganar tamaño", ha sostenido, y ha reivindicado la solvencia de esta integración.
"Una de las decisiones más difíciles de mi vida fue decidir que Caixa Sabadell, en la que llevaba 40 años, desaparecería. Lo que se hizo fue lo que se podía hacer en aquel momento", ha remachado.
Respecto al peso del sector inmobiliario, ha señalado que entre 2000 y 2006 las viviendas se vendían incluso antes de construirse, sobre plano, por la demanda de la generación nacida en el 'baby boom' de los 70 y la inmigración, y que la morosidad estaba en la media del sector.
Por otro lado, ha considerado que el problema actual de escasez de crédito es que las exigencias de capital para las entidades son muy elevadas para cubrir la cartera actual, lo que "no estimula" aumentar el crédito, porque requiere más capital y es difícil conseguirlo.
