Le gustaría que Catalunya "dejase de estar profundamente dividida y dominada por discursos políticos divisivos"
BARCELONA, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
El exministro Josep Piqué ha afirmado que le gustaría que España tuviera una actitud más proactiva y no fuera tan débil políticamente a nivel internacional y ha señalado que la proyección exterior de cualquier país está íntimamente ligada con su cohesión interna: "Y aquí lo dejo porque seguramente ustedes me entienden perfectamente".
Así lo ha manifestado este lunes en la conferencia que ha realizado en el Círculo Financiero de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País (Sebap) bajo el título homónimo de su libro 'El mundo que nos viene'.
Preguntado por el futuro de Catalunya, Piqué ha asegurado que dependerá de lo que sus ciudadanos quieran y ha explicado que le gustaría que la región "dejase de estar profundamente dividida y dominada por discursos políticos divisivos y que consideran que la mitad del país no es digna de ser considerada como tal".
"El día que superemos estas cosas seguramente habremos dado un primer paso para jugar un papel más relevante que hasta ahora. Y esto está ligado al tema tecnológico, pero la tecnología nos está planteando unos problemas éticos absolutamente considerables.", ha añadido, en referencia a la desaparición de los intermediarios y la creencia de que cada vez tomamos decisiones más libremente.
POPULISMOS Y NACIONALISMOS
Asimismo, Piqué ha alertado de la llegada de un mundo en el que occidente se está replegando y en que Europa está sumida en una crisis de identidad después de no gestionar bien ni la expansión hacia el este ni los flujos migratorios, además de haber sufrir los efectos de la gran recesión.
Ha aseverado que, por primera vez, el mundo unipolar que surgió tras la caída de la Unión Soviética debe enfrentarse a adversarios internos como "los populismos y nacionalismos", los cuales, ha agregado, quieren debilitar los valores del liberalismo como la democracia representativa y la economía de mercado, entre otros.
Por ello, ha pedido a la platea que se piensen mucho el voto en las elecciones al Parlamento Europeo, previstas para el 26 de mayo: "Corremos el riesgo de no tener un parlamento europeo europeísta. Nos jugamos muchas cosas", ha asegurado, y ha añadido que el problema no es la ausencia de ideas, sino de voluntad política y liderazgo.
"MUNDO POSTOCCIDENTAL"
Piqué ha señalado que la cuarta revolución industrial, a diferencia de las tres anteriores no es estrictamente occidental, de manera que se ha generalizado y ya no ha estado monopolizada por esta región del mundo: "Estamos en un mundo postoccidental".
Ha recordado que las telecomunicaciones han pasado por varias transformaciones "muy profundas" y que la tecnología está cambiando la forma de trabajar, consumir y vivir.
Ha razonado que la humanidad ha pasado de la unipolarización, con Estados Unidos al frente, a una desoccidentalización del mundo de una manera vertiginosa.
"Occidente cada vez pesa menos, probablemente pesa menos desde la transmisión de la influencia social y cultural porque hay otros poderes que lo ocupan de forma creciente", ha reflexionado.
Según Piqué, este cambio global ha venido auspiciado por el "redespliegue" de China, la voluntad de Rusia de volver a ser una gran potencia y por el repliegue del mundo anglosajón, con el Brexit y la política aislacionista y del 'America first' de Estados Unidos como elementos paradigmáticos.
