Foto: EUROPA PRESS
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BARCELONA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
El periodista y escritor mexicano Juan Villoro recupera los "misterios de lo cotidiano", aquello que considera infraordinario en un tono de sorpresa.
Lo hace en el libro '¿Hay vida en la Tierra?' (Anagrama), una compilación de 100 relatos basados en historias reales contadas con ironía.
Se trata de una "serie de textos que vienen desde el periodismo, 16 años después de escribir columnas periodísticas", en un ejercicio de recuperación de historias cotidianas, que vienen a destapar sucesos cotidianos que pasan cada vez más desapercibidos en un mundo volcado en las nuevas tecnologías y redes sociales.
"Pasamos tanto tiempo abismados en los teléfonos móviles que la vida se convierte en más distante y ajena", hasta el punto que la pregunta hoy en día ya no es si hay vida en Marte, sino que la cuestión pasa a ser si hay vida en la Tierra.
En cada relato hay una intención literaria, ha subrayado el autor, que con mucho sentido del humor cuenta entre los relatos del libro el extraño misterio de ser mexicano, se ocupa de la forma en que la tecnología modifica las relaciones sociales y presencia una confesión del escritor japonés Kenzaburo Oé.
En otros relatos conoce a dos tortugas en el campo de concentración de Dachau, abre una maleta que encierra el dolor del exilio republicano y diseña un episodio de Los Simpson en el Distrito Federal.
"Cada vez estamos más inmersos en el periodismo de necesidad, y hay una sobreinformación de todo", ha opinado Villoro, que ha alertado de un descenso de las publicaciones del 'periodismo tentación', que permite que temas que a uno no le cautivaban se conviertan en algo apasionante.
Muchos escritores han practicado el relato desde la crónica, y en este sentido se ha referido a varios autores como Juan José Millás y el autor catalán Josep Pla, con los que Villoro (Ciudad de México, 1956) ha dicho que le gustaría establecer algún paralelismo con el libro.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
"Muchas de las historias vienen de los aparatos que estamos utilizando" y de los nuevos lenguajes sociales que hacen que la gente se pueda ofender porque alguien le da de baja en Twitter o no le acepta en Facebook.
A su juicio, se dan protocolos interesantes que hacen entrever que "la tecnología no siempre es moderna, y pone en contacto a la sociedad con formas atávicas", como por ejemplo se puede dar con un chat, que recupera la posibilidad de un relato tribal.
"El chat recupera la posibilidad de un relato tribal, es un tribu virtual", mientras que Twitter renueva el aforismo, la máxima y los epigramas, formas que estuvieron en boga en el siglo XVIII y que se han prácticamente perdido, ha remarcado Villoro.
