Un juzgado investiga la muerte del perro de La Sènia por un presunto delito de maltrato animal

Actualizado: lunes, 9 noviembre 2009 13:10

TARRAGONA, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 3 de Amposta (Tarragona) ha abierto diligencias por un presunto delito de maltrato de animales domésticos por la muerte a tiros del perro que fue confundido con una leona en La Sènia, y para cuya captura los Agentes Rurales de la Generalitat organizaron un dispositivo de búsqueda.

El auto de incoación de diligencias fue difundido hoy por la asociación naturalista El Refugio, que se personó en la causa, y en el documento el juez pide al Cuerpo de los Agentes Rurales "información sobre los hechos" y una "necropsia del perro" muerto hace cerca de un mes, abatido por disparos de los agentes.

El presidente de El Refugio, Nacho Paunero, indicó en declaraciones a Europa Press que para la asociación el inicio de la investigación es un "éxito", y se mostraron "pacientes" por el devenir del proceso, que podría prolongarse durante semanas.

Paunero dijo "aplaudir" la decisión del Juzgado, por entender que "disparar a un perro puede ser constitutivo de un delito de maltrato de animales".

Según El Refugio, dicho delito está tipificado en el código penal con penas de tres meses a un año de cárcel, o en su defecto una falta de maltrato, y criticaron además el supuesto intento de engaño de los agentes por querer hacer creer que el león muerto era en realidad un "animal salvaje y peligroso".

Los proteccionistas añadieron que el dispositivo para capturar con vida al perro fue en realidad una "gran cacería" que movilizó a unas cincuenta personas entre Agentes Rurales, Mossos d'Esquadra, Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil, dos helicópteros, jaulas trampa y dardos anestésicos, en un despliegue valorado en unos 100.000 euros.

Diversas asociaciones protectoras de animales ya informaron hace tres semanas que el perro presentaba una herida abierta producida por un arma de caza menor, además de 50 perdigonazos en la parte superior del lomo, aún antes de los disparos de los agentes, según las imágenes e informes sobre el caso a los que tuvieron acceso mediante la Conselleria de Medio Ambiente.

La directora general de medio Natural, Núria Buenaventura, se comprometió entonces a elaborar un protocolo de control de animales asilvestrados, conjuntamente con las entidades protectoras, para gestionar el rescate de los animales vivos en un futuro.

Los Agentes Rurales ya justificaron la muerte del perro en la alarma social que había provocado su presencia, en los múltiples intentos fallidos de capturarlo con vida, y en el hecho de que oscurecía y eso hacía difícil recuperar al perro una vez narcotizado.

El perro era un macho de pelo corto color canela, de 1,55 metros de largo y 75 centímetros de alto. El animal no llevaba collar ni microchip, y diferentes heridas en cuello y orejas llevaron a concluir a los agentes rurales que llevaba asilvestrado desde hacía tiempo.