GIRONA 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
El juicio de faltas por la intoxicación de las 1.435 personas que en verano de 2002 consumieron cocas de San Juan en mal estado, elaboradas por una pastelería de Torroella de Montgrí (Girona), empezará el miércoles en el Juzgado de Instrucción número 4 de La Bisbal d'Empordà y está previsto que se alargue hasta final de mes.
Durante las primeras sesiones del juicio comparecerán unas 400 personas en calidad de perjudicadas, mientras que la declaración del propietario de la pastelería que elaboró las cocas y único imputado, Josep Gusó, está prevista para el 21 de septiembre. Gusó se enfrenta a una pena de multa todavía por concretar y podría tener que pagar una indemnización total de más de 120.000 euros.
Las declaraciones de los testigos, de los técnicos de la Conselleria de Salud y de los peritos propuestos por las partes se realizarán a partir del 24 de septiembre y se prevé que se alarguen dos días. Los expertos se encargarán de arrojar luz sobre cómo pudo extenderse la salmonelosis hasta afectar a 1.435 personas.
Entre los perjudicados había vecinos de Torroella de Montgrí, pero también de otras 70 poblaciones cercanas, de Barcelona, de Baleares, de Cáceres, de A Corunya y de doce provincias más. Los turistas no se libraron de la salmonelosis y hubo afectados de hasta nueve nacionalidades. Todos ellos sufrieron una gastroenteritis más o menos severa y 117 personas tuvieron que ser ingresadas.
El caso más grave fue el de un vecino de 72 años de Serra de Daró (Girona), que permaneció más de un mes ingresado y necesitó más de cinco meses para recuperarse, ya que tuvieron que operarle de unas fístulas anales. Debido al reposo, además, se le agravó una patología crónica de tipo reumático.
A JUICIO CINCO AÑOS DESPUÉS.
La intoxicación por las cocas de San Juan de Torroella llega a juicio cinco años después de los hechos, después de que a principios de año la Audiencia de Girona ordenara reabrir la causa que había archivado el juzgado de La Bisbal en junio de 2005.
Durante los tres años de instrucción del caso, la instructora imputó tanto al dueño de la pastelería como a los responsables de las dos empresas que le suministraron los huevos para fabricar la crema de las cocas, Oufil Ovoproductos y Avícola de l'Estany.
Sin embargo, las numerosas diligencias practicadas no pudieron determinar el foco de la salmonelosis y la juez decidió archivar la causa, aunque admitió que la intoxicación fue provocada por la crema elaborada en el obrador de la pastelería y que en dicho proceso hubo "prácticas deficitarias" que denotaban "dejadez".
La Fiscalía, el Servicio Catalán de la Salud (SCS) y otras acusaciones particulares aceptaron el sobreseimiento de las dos empresas, pero recurrieron el auto de archivo ante la Audiencia de Girona respecto al dueño de la pastelería, a quien consideran responsable de una falta de lesiones por imprudencia. Otros afectados, por su parte, pidieron que se juzgase a Josep Gusó por un delito contra la salud pública.
La Audiencia de Girona, finalmente, decidió que el caso debía reabrirse como una falta y señaló que, aunque no se sepa con exactitud cómo se contaminó la crema de las cocas, se cometieron una serie de imprudencias que influyeron en lo ocurrido. Para el Tribunal, existía relación directa entre la conducta "negligente" del denunciado y la intoxicación masiva y sus efectos.