Lleno en las playas de Barcelona en el primer fin de semana de agosto

BARCELONA 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las playas catalanas están este primer fin de semana de agosto llenas de turistas y barceloneses que pasan sus días de vacaciones o su fin de semana, muchos porque no han podido salir de la ciudad por motivos económicos y otros porque están de viaje para conocer la capital catalana.

Aunque las playas barcelonesas siempre registran una importante afluencia, hay quien las ve ahora más llenas y sobre todo, con más presencia de catalanes, como explica Juana Pulido, una vecina de la Barceloneta, que asegura: "Veo que la gente de la ciudad viene más, ahora escuchó hablar más en catalán".

En el primer fin de semana de agosto, la estación de Metro Barceloneta que lleva a la playa está llena de turistas, pero también de barceloneses que, por la crisis económica, el paro o porque ya han hecho las vacaciones, no han podido salir fuera de Barcelona.

El paisaje sigue siendo el mismo, pero con más gente que otros años, según explican algunos habituales: siguen trabajando en las playas las patrullas de la Guardia Urbana, los socorristas y los camareros de los chiringuitos que este verano pueden servir los cócteles hasta en la arena para contrarrestar a los lateros y otros vendedores ambulantes.

Muchos de los bañistas se traen sus propios bocadillos, como Gina Gurrea, de 17 años, quien dice que por no tener dinero se viene en bicicleta con sus amigas y se prepara la comida en casa.

Sandra Carrasco, de 23 años, resalta que cada vez tiene menos dinero para salir de vacaciones como hacía antes, y que ya no puede "ir al pueblo con la familia a ver a los viejos amigos" porque la crisis no se lo permite.

VIAJES MÁS CORTOS

Algunos de los que pasan el día en la playa no han podido irse fuera o solamente lo han hecho pocos días: "En vez de salir dos semanas ahora salimos tres días y estando aquí sólo gasto la gasolina de la moto", explica Eva Cepeda, estudiante de 26 años, mientras que José Maria Troya, que lleva 10 meses en paro, dice que ve más gente que el año pasado y planea venir el resto del verano.

Aunque hay otros que pese a la crisis pasarán unos días fuera de la ciudad, como Montse, 47 años, y Marta, de 32, porque admiten que, aunque "no hay dinero, peor sería si no nos vamos a otro sitio. Necesitamos positivismo".

Juan José Paz, de 45 años, alega que si tuvieran más tiempo saldrían fuera y que con un poco de organización y reajustes al presupuesto todavía puede permitirse ese pequeño lujo de conocer algo nuevo junto a su familia.