Lluís Pasqual versiona en el Lliure 'Blackbird', una interrogación moral sobre la pederastia

J.Bosch, Ll.Pasqual y B.Segura
EUROPA PRESS
Europa Press Catalunya
Actualizado: viernes, 11 enero 2013 14:30

BARCELONA 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El director del Teatre Lliure de Barcelona, Lluís Pasqual, sube a escena 'Blackbird', del dramaturgo escocés David Harrower, en una versión que interroga constantemente al público sobre los límites entre la pederastia y el amor y el juicio público al que estas relaciones son sometidas, según ha explicado en rueda de prensa el director teatral.

La historia arranca cuando los dos protagonistas --Jordi Bosch y Bea Segura-- ya son adultos, situándose 15 años después de que --él con 40 y ella con 12-- se enamoraran y se dieran a la fuga con unas consecuencias desastrosas, pues ella huye en un ataque de pánico y él es arrestado y encarcelado durante cuatro años.

Pasqual ha explicado que esta obra es "como un partido de tenis" donde el espectador asiste a un 'match point' dialéctico sobre las razones de los dos personajes, y sobre los asuntos que un tema tan tabú tiene que resolver, ha dicho.

"Es un tema tabú porque la sociedad intenta no mirarlo, pero por otro lado hay muchos pederastas", ha dicho Pasqual, que ha remarcado que no existe un tipo concreto.

Por ello, en la hora y veinte que dura la función, se plantea a los espectadores preguntas como ¿Dónde está el grado de adulto emocionalmente?, en un texto teatral que no deja ningún asunto en el tintero, abordando cuestiones como quién provoca a quién en una escenificación que "coge temperatura de tragedia", ha dicho.

JURADO POPULAR

No obstante, la pieza no entra a juzgar la pederastia, siendo el público quien se convierte en "jurado popular, si es que tiene huevos de juzgar", ha dicho el director, quien defiende que se trata de una obra política porque cuestiona algunos principios morales.

En realidad, lo importante son los actores y la "fe absoluta en la palabra" como mecanismo para verbalizar este tema tabú, con una puesta en escena muy accesoria y prescindible, que consiste en unos pocos trastos de un almacén.

Bosch ha remarcado que se trata de un material sensible y muy delicado que el director sabe tratar con habilidad, sin la que habría sido muy difícil llevar a cabo una obra así.

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