Reflexiona en un libro sobre los retos actuales de la arquitectura
BARCELONA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El arquitecto Luis Alonso ha vuelto a trabajar en Barcelona después de una etapa de ocho años en Santiago (Chile), para impulsar la "vivienda flexible y la promiscuidad funcional" en la capital catalana y reivindicar el papel de responsabilidad social de la arquitectura, según ha explicado un encuentro con medios este miércoles.
Alonso, que fundó en 1978 junto al arquitecto Sergio Balaguer el despacho Balaguer y Arquitectos Asociados, ha desarrollado más de 700 proyectos en España, Chile, Colombia, EE.UU., Perú, Brasil, Kazajstán, Ucrania, Marruecos, Argelia y Qatar, incluidos la reforma del centro comercial Les Arenes de Barcelona y la Villa Olímpica para los JJ.OO. de Río de Janeiro.
Ha explicado que las viviendas flexibles son casas que se pueden adaptar y modificar según las necesidades de cada persona o familia y que parten de un gran espacio, como un loft, que tiene bisagras en el suelo que permiten colocar paredes provisionales según las habitaciones necesarias en cada momento.
También ha explicado que lo que define como promiscuidad funcional hace referencia a los espacios que garantizan "calidad de vida y que ponen en valor los servicios y la comodidad" y que tienen acceso a áreas de 'coworking' y servicios comunitarios como gimnasios y piscinas, cines, parques y huertos urbanos, centros comerciales, áreas infantiles y residencias para personas mayores, entre otros.
Alonso ahonda en estos conceptos y reflexiona sobre el presente y el futuro de la arquitectura en el libro 'La promiscuidad funcional en tiempos de Covid-19', que también incluye relatos suyos ilustrados sobre los retos y amenazas que la pandemia ha supuesto para los arquitectos y la ciudadanía.
LA PANDEMIA, "ACELERADOR DE TENDENCIAS"
Sobre el confinamiento, cree que pone de manifiesto que la arquitectura y el urbanismo son herramientas que favorecen la cohesión social y el bienestar colectivo, y augura que "la pandemia será un acelerador de nuevas tendencias".
Para él, la arquitectura debe evolucionar de manera que ofrezca "microciudades dentro de ciudades" con espacios y edificios que compartan áreas y servicios, como parkings de coches a compartir entre vecinos, algo que asegura es también una alternativa de movilidad más sostenible.
En ese sentido, ha defendido que "la verdadera y auténtica sostenibilidad es que los barrios estén el máximo de horas posibles en funcionamiento" y que las personas que viven en una comunidad estén a gusto y tengan todas sus necesidades cubiertas en su propia comunidad.
