MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, José Fernández, anunció hoy que el importe de las actuaciones en las playas de Barcelona que quedan por realizarse -lo cual deja al margen a la playa de la Barceloneta, cuyas obras están ya muy avanzadas- será de unos 30 millones de euros. Esta inversión se enmarca dentro del proyecto de creación de nuevos diques para estabilizar la arena de las playas de la capital catalana.
En rueda de prensa en el Centro de Estudios de Puertos y Costas, adelantó que "a partir del verano, en octubre", ya se estará "en condiciones" de comenzar con los trabajos, que se harán, según dijo, de manera "concertada" con el ayuntamiento, para que la realización de las obras "no perjudique el uso de las playas por parte de los ciudadanos". Las playas afectadas por estas actuaciones serán Bogatell, Mar Bella y Nova Mar Bella.
Fernández explicó que Costas lleva ya "más de dos años" trabajando en las playas de la Ciudad Condal, y señaló que actualmente están trabajando en la Barceloneta, "cuyas obras se terminarán posiblemente antes de Semana Santa". "Hemos ido desarrollando el conjunto de actuaciones previstas de una manera gradual, de manera que ya hay resultados", agregó.
Asimismo, explicó que el resto del proceso tampoco se ha "parado", avanzó que ya han obtenido la declaración de impacto ambiental de la realización del conjunto de las obras, "a las que no desvirtúan los posibles pequeños ajustes que haya que hacer". Además, señaló que se está poniendo ya en marcha el proceso formal de licitación y adjudicación del resto de las obras.
El subdirector general de Sostenibilidad en la Costa del Ministerio de Medio Ambiente, Miguel Velasco, resaltó que el plazo de ejecución del proyecto está previsto en 12 meses, si bien reconoció que estará un condicionado por diversos factores, de manera que podría variar. Eso sí, afirmó que, "en principio, a final de 2008, si no están terminadas, al menos sí tiene que estar muy próximas".
LAS OBRAS NO AFECTARÁN A LOS BAÑISTAS
Velasco resaltó que cuando empiecen las obras en el mes de octubre, la playa de la Barceloneta ya estará "lista", de modo que los ciudadanos podrán seguir disfrutando de sus playas. Además, aseguró que las obras "siempre pararán en los meses punta, de mayo a octubre, porque no serían de recibo".
Por su parte, Fernández coincidió en estas consideraciones, y avisó a los ciudadanos de que tendrán que "soportar alguna pequeña incomodidad", si bien puntualizó que espera que estas obras no supongan una "perturbación importante en el uso continuo de las playas".
Asimismo, Velasco indicó que actualmente los técnicos de Medio Ambiente continúan realizando estudios respecto a la altura de los diques a construir. "El planteamiento es bajar la cota lo menos posible, que es la -3, porque eso permite entrar y salir a todos los barcos de limpieza y salvamiento, al dejar tres metros de altura de agua", explicó.
En cualquier caso, añadió que es "posible" que en los extremos, para "evitar ciertos movimientos de la playa en función de los oleajes", haya que elevar algún tramo y en otros sitios se pueda bajar más. Eso sí, remarcó que "estos son detalles ya insignificantes en cuanto a coste y diseño de la obra". Además, quiso subrayar que no se va a hacer obra alguna en las playas de Nova Icaria, ni tampoco entre el espigón de Ginebra y el Puerto Deportivo.
AGRADECIMIENTOS DEL AYUNTAMIENTO
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Casas, quien agradeció el trabajo de los técnicos y resaltó la colaboración entre administraciones, apuntó que las playas de la ciudad reciben 4 millones de usuarios en los meses de verano "y 7 a lo largo de todo el año", por lo que insistió en la necesidad de dar una respuesta a la situación de estos enclaves, puesto que son, según subrayó, el "principal equipamiento de la ciudad y de su área metropolitana".
La tercera teniente de alcalde, Inma Mayol, también presente en el acto, aseguró que esta es una obra "muy esperada" en Barcelona, porque "no es de recibo que cuando hay problemas de oleaje, especialmente en otoño", la ciudad "se quede sin playas y después haya que reponer arena". Además, aseguró que "no habrá afectación en las playas en época punta" por culpa de las obras.
En este sentido, apuntó que las preocupaciones del ayuntamiento pasan por garantizar que esta "especie de contención de la playa" no signifique un problema de seguridad para la circulación "por la altura de los espigones", así como por que la retención de arena no signifique un "disminución de la calidad del agua". "También nos gustaría que el proyecto no impidiera la práctica del surf, y esperamos que en la medida en que se pueda compatibilizar todo, se haga".
TRABAJOS DE LOS TÉCNICOS
Durante el recorrido posterior a las instalaciones del Centro de Estudios de Puertos y Costas, Velasco explicó a los periodistas que ya se encuentra terminado el ensayo en dos dimensiones sobre "resistencia y estabilidad" de los diques, y explicó que ahora se está trabajando "en tres dimensiones, para lograr que sea mucho más similar a la realidad".
"Se han ido estableciendo los ajustes para establecer un modelo a escala de la situación real y ahora comenzamos a meterle oleaje de diferentes direcciones. Vemos cómo se mueve y evoluciona la playa ante esos oleajes y vemos cuales son los puntos críticos de esa situación", explicó.
Según subrayó, en función de esos puntos críticos se van modificando las estructuras de la playa, "sobre todo de su anchura". Así, añadió que si los técnicos ven que hay puntos en los que hay una situación "muy crítica", en ellos se tratará "de echar más arena para que ese punto sea más ancho". "Luego metemos oleajes de la otra dirección y la playa se moverá hasta el otro extremo, apareciendo así otros puntos críticos diferentes", puntualizó.
Finalmente, aseguró que "si los basculamientos son tan fuertes que ponen en peligro algún punto del paseo marítimo y no se puede solucionar con más aportación de arena, a lo mejor hay que levantar de cota algunos tramos de los arranques de los diques para obligarlos un poco más". Asimismo, dijo que harán ensayos sobre renovación de aguas, al tiempo que tratarán de simular algunas pequeñas modificaciones "que puedan mejorar las condiciones para hacer surf, y si son razonables y no cambian demasiado los planes, se incluirán".