BARCELONA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Miles de fieles musulmanes celebran hoy en Catalunya la Fiesta del Cordero o Aid Al-Adha, una de las dos festividades más importantes de dicha religión junto con el Ramadán, en la que tradicionalmente se sacrifica uno de estos animales para compartirlo con los más allegados.
El Frontón de Colón de Barcelona acogió esta mañana el rezo de centenares de fieles, de todas las edades y con colores de piel de todas las tonalidades, quienes bajo la premisa de 'Alá Akbar' (Dios es grande), participaron en armonía de la celebración dirigida por el imán.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz del Consejo Islámico Cultural de Catalunya, Mohammed Halhoul, reivindicó la vigencia de una festividad que supone la "conmemoración de la espiritualidad" mostrada por el profeta Abraham, quien ante la petición de Dios de sacrificar a su hijo estuvo a punto de consumar el asesinato.
Tal y como recoge el Antiguo Testamento, Dios se apiadó de Abraham en el último momento, tras constatar lo que era capaz de hacer, y le pidió que en lugar de su hijo sacrificara un cordero. Este hecho es conmemorado cada año por los musulmanes, cuyo día concreto varía en función del calendario lunar.
Halhoul señaló que la fiesta del cordero supone para la comunidad musulmana mundial la oportunidad de "estar en contacto con el otro" y "compartir la recompensa de Dios a la espiritualidad y el sacrificio".
Grandes y pequeños, algunos de ellos ataviados con el vestido tradicional, se reunieron en el polideportivo de la capital catalana --uno de los centros que acogió hoy plegarias de este tipo--, e improvisaron un lugar de culto.
Al unísono, apartaron su calzado, se llevaron las manos a las sienes, y las contemplaron mientras recitaban de memoria las fórmulas sagradas del islam, alternadas con las tradicionales postraciones y la consabida repetición que proclama la grandeza de Alá.
El portavoz del Consejo Islámico señaló la "participación notable" de los musulmanes en esta festividad, quienes en algunos casos tuvieron que solicitar acudir un poco más tarde a sus centros de trabajo. Halhoul celebró la posibilidad de celebrar la oración en el polideportivo barcelonés, y negó que este tipo de festividades cree fricciones con otras comunidades.
Las mujeres y niñas, en un discreto segundo plano, siguieron el devenir del rezo al fondo del polideportivo, en una proporción muy inferior a los hombres. Halhoul señaló que es "aconsejable" que en un día como hoy también acudan al oratorio si bien, como marca su religión, "otras veces no".
