El director baraja llamarlo 'MNAC Barcelona' para aprovechar el tirón de la marca de la ciudad
BARCELONA, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), Miquel Roca, ha desvelado este miércoles que está "a punto" de formalizar el acuerdo con Fira de Barcelona que permita ampliar el museo por los dos pabellones más cercanos del recinto de Montjuïc.
En una conferencia en el Círculo Ecuestre junto al director del museo, Pepe Serra, ha remarcado que es "absolutamente vital" que el MNAC aumente su espacio expositivo.
La intención es, sobre todo, dar más espacio a artistas como Tàpies, Guinovart y Ràfols Casamada, que tras la disolución de los límites cronológicos con el Museu d'Art Contemporani de Barcelona (Macba) se tendrán que potenciar en la colección.
Serra, por su parte, ha matizado que aunque se ha avanzado mucho y "pinta muy bien" aún hay que continuar con las negociaciones con Fira de Barcelona y con el Ayuntamiento, aunque ha confiado en que la cesión de estos dos pabellones en la parte más alta de la montaña --los de Victoria Eugenia y Alfonso XIII-- se formalice antes del verano.
Sin embargo, ha subrayado que el acuerdo no implica en ningún caso que empiecen obras de adecuación, porque aunque es seguro que en el futuro se destinarán a espacio expositivo, aún es pronto para fijar el calendario y para plantear el relato que tiene que hacerse sobre la colección.
Tanto Serra como Roca han asumido que el museo es un auténtico desconocido --para los ciudadanos y para los turistas-- y que a nivel internacional sus siglas no dicen nada, por lo que están barajando la opción de rebautizarlo como 'MNAC Barcelona', para aprovechar el tirón comercial de la marca de la ciudad.
LA SALA OVAL
Otras de las iniciativas que propone el presidente es hacer pagar a los turistas que hasta ahora pueden acceder gratis hasta la Sala Oval y que según Roca, pasean, van al baño, se toman un café y se compran una postal en la tienda, pero no pagan la entrada para ver la colección de arte.
La gran Sala Oval es, para Roca, un "dolor de cabeza horroroso", porque es un gran espacio vacío que plantea un grave problema desde el punto de vista museístico, a pesar de que es una gran fuente de ingresos porque se alquila para eventos de todo tipo.
Para acercar el museo a la ciudad se plantea que se perciba la entrada ya desde las columnas de Puig i Cadafalch, y que se puedan tematizar las paradas de Metro de plaza de Espanya, como pasa en Londres y en París con la National Gallery y con el Louvre.
