BARCELONA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana comparten la custodia desde anoche del número 39 de la calle Carme de Barcelona, donde ayer por la tarde un joven africano fue apuñalado en el corazón, muriendo horas después de el hospital, para impedir el acceso de otros compatriotas a la vivienda y evitar nuevos incidentes.
En una rueda de prensa, el comisario jefe de los Mossos en Barcelona, Joan Carles Molinero, puntualizó que la presencia policial de los dos cuerpos no ha estado sólo hoy, sino que hay una "campaña específica en esta zona y la presencia preventiva desde hace tiempo", aunque desde ayer han tenido que "preservar" el lugar donde se produjo el crimen.
Puntualizó que seguirán vigilando la zona, aunque dijo que no siempre "necesariamente en la puerta" de este inmueble, donde ayer se produjo la agresión, aunque el herido fue hallado en la calle porque salió a pedir ayuda antes de desplomarse.
"No podemos poner agentes en todas las puertas tanto de Ciutat Vella como de Barcelona", pero la presencia policial continuará, garantizó Molinero.
La concejal de Seguridad de Barcelona, Assumpta Escarp, hizo hincapié en que los dos cuerpos policiales están trabajando "conjuntamente", especialmente en tareas de investigación, junto con el Distrito, y prevén hacer un "abordaje más integral", con actuaciones administrativas, policiales y judiciales.
Según Molinero, no están presionando a las autoridades judiciales para que se desaloje a los habitantes que están ocupando de forma ilegal el edificio, aunque sí que han puesto a su disposición toda la información del caso. Varias viviendas de este inmueble llevan tiempo ocupadas ilegalmente por grupos de personas que generan conflictos en la zona, por ejemplo, robando a los vecinos o causando disturbios.
VECINOS PIDEN MEDIDAS
Algunos vecinos que comentaban esta mañana lo ocurrido --en los jardines de delante del edificio-- se preguntaban por qué nadie ha hecho nada para solucionar la situación en este inmueble, que han denunciado en reiteradas ocasiones, después de que en enero se incendiara y que hace unos días algunos de sus ocupantes protagonizaran una reyerta con tres heridos de arma blanca.
Henry, un vecino del barrio, explicó a Europa Press que "la gente del barrio comenta que está muy harta de esta situación y que en este edificio del número 39 de la calle Carme hay muchos problemas" y añadió que como vecino de la zona le sorprende "que no se vigile más este edificio después de los incidentes anteriores que ha habido".
El piso de la primera planta donde presuntamente ocurrieron los hechos fue precintado anoche. El dispositivo nocturno no impidió cierta tensión entre los agentes y algunos inquilinos que pretendían entrar en el inmueble con síntomas de estar bajo los efectos del alcohol y las drogas, incluido uno de ellos que yacía en el suelo frente al portal sin poder tenerse en pie y vociferando en ocasiones.
La presencia de los Mossos y Guardia Urbana se reforzó con constantes patrullas transitando en moto y coche por la calle y sus aledaños, en especial los jardines del Doctor Fleming, donde hasta altas horas de la madrugada han permanecido un grupo de magrebíes que, según algunos trabajadores de bares y restaurantes de la zona, son autores de tirones de bolsos y pequeños robos durante el día.
En esta misma calle del Carme hubo una reyerta hace unos días que acabó con tres heridos, todos de origen africano, y en enero se declaró un incendio en el mismo piso, el primero del número 39, donde presuntamente fue apuñalada la víctima mortal de ayer.
