BARCELONA, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El número de beneficiarios del paro que capitalizaron su prestación en 2006 para hacerse autónomos aumentó en Catalunya un 50,7%, llegando a alcanzar una cifra total de 23.605 personas ante las 15.661 que lo hicieron en 2005, según las conclusiones de un informe sobre la situación de los autónomos catalanes llevado a cabo por el Consejo de Trabajo Económico y Social de Catalunya (Ctesc). Estas personas utilizaron el importe que les correspondía de la prestación por desempleo para constituir una nueva empresa.
Los datos muestran que los trabajadores por cuenta propia en Catalunya durante el año pasado representan un 17,3% del total de los ocupados, cifra similar a la de 2005, y que el 62,4% son empresarios sin ningún asalariado.
De hecho, el 67% de las nuevas empresas en Catalunya en 2006 fueron creadas por empresarios individuales, lo que en términos absolutos significó 1.373 nuevas empresas sobre el total de 2.026 constituidas.
Por sectores, Servicios es el que acoge un mayor número de autónomos (el 63,1%) --mayoritariamente en Comercio (21,1%)--, seguido por la Construcción (16,2%) y la Industria (12,6%), que sufre un retroceso respecto a 2005.
Asimismo, atendiendo a la ocupación de este colectivo, el 34% ocupa cargos de personal directivo en empresas y administración pública; un 17% trabajan como artesanos y trabajadores cualificados, manufactureros o en la construcción, mientras que el 12% son técnicos, profesionales científicos e intelectuales.
Si se observan los resultados por sexos, los hombres superan al colectivo femenino, ya que suponen el 68,8% del total frente al 31,2% de las mujeres. Esto supone que en 2006 hubo 3.600 autónomas menos respecto al año anterior en Catalunya, frente a los 26.000 hombres más que se registraron, lo que invierte la tendencia de equiparación entre sexos que se mantuvo desde 2000 hasta 2004.
En cuanto a la edad de este colectivo de trabajadores, más de la mitad (el 54,5%) tienen edades comprendidas entre los 35 y los 55 años, mientras que el resto se reparte equitativamente entre los menores de 35 años (22,4%) y los mayores de 55 (23,1%).
