Ojos de Brujo se despide: "El cuerpo y el alma necesitan descanso"

Ojos de Brujo
WARNER MUSIC
Actualizado: jueves, 14 octubre 2010 19:46

BARCELONA, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

La banda barcelonesa más internacional, Ojos de Brujo, se despide de la música después de diez años en los escenarios, y lo hace con un disco, 'Corriente vital', que repasa sus mayores éxitos de la mano de artistas como Bebe, Jorge Drexler, Estopa, Amaral y Manolo García.

En una entrevista con Europa Press, su vocalista, Marina 'La Canillas', ha explicado que este disco de colaboraciones es una celebración del décimo aniversario y una forma de "aprender a delegar artísticamente".

Y es que canciones míticas como 'Ná en la nevera', 'Sultanas' y 'Todos mortales' han sido mezcladas a su antojo por productores ajenos a la banda y han sido cantadas con total libertad por artistas "amigos".

"Aprender a compartir es un paso de madurez", ha dicho Marina, que echando la vista atrás reconoce que han llevado un ritmo "muy frenético". "El cuerpo y el alma necesitan descanso", ha dicho, y aunque ha remarcado que este trabajo es un "cierre" ha añadido que las puertas no están cerradas para una posible vuelta en el futuro.

Su compañero Max (percusión) ha asegurado que en la banda hay gente "muy inquieta" y que ahora se abre un mar de posibilidades: "Me gusta que el lienzo esté en blanco", ha dicho, mientras que Marina hará lo posible para "hilar fino" y tener más tiempo para estar con su hijo.

Su reciente maternidad es uno de los factores que más la han influenciado a nivel creativo. Para el anterior disco, 'Aocaná', escribió 'Nueva vida', y en esta ocasión la grabó de nuevo con Bebe, también madre, acompañadas por sus dos hijos en el estudio.

Entre los proyectos más inmediatos de Marina está su incursión en el teatro de la mano de Federico García Lorca. En diciembre estrenará en la Temporada Alta de Girona 'Lola la comedianta', un espectáculo musical hecho a su medida: "No es Bernarda Alba", ha bromeado.

Max, por su parte también tiene previsto volver al mundo del teatro, mientras que Ramon Giménez dará clases de rumba junto a Peret en el conservatorio del Liceu.

Pero antes de que llegue el retiro definitivo los miembros de Ojos de Brujo se sumergerán en una gira mundial de despedida, una más de esas en las que han "forzado la máquina", viajando en unas semanas de México a Singapur, pasando por Nueva Zelanda.

Los mejores recuerdos de estos diez años; un concierto en 2004 en La Habana, los recitales en el festival Pirineos Sur y uno algo más atípico: una actuación improvisada en una casa okupa del barrio valenciano del Cabanyal.